İlkay Gündoğan será uno de los nombres propios para el mercado de fichajes de este verano, porque finaliza su contrato con el Manchester City este 30 de junio y, de momento, no ha extendido su vínculo. Las negociaciones estarían detenidas a la espera de que el alemán decida qué quiere hacer: continuar en el Etihad Stadium o, por el contrario, cambiar de aires y sumarse a un nuevo proyecto deportivo. 

Desde el FC Barcelona lo han mantenido en su radar desde hace algún tiempo, porque es agente libre y por su posible encaje en el equipo de Xavi Hernández. Puede jugar tanto de mediocentro como de interior y en ambas ha rendido con mucha solvencia. De allí que sea un jugador muy utilizado por Pep Guardiola. Si se marcha Sergio Busquets, será la apuesta segura de los culés para reforzar la medular de cara a la próxima temporada.

El Barça confirmó su interés en Gündogan

Según ha informado el periodista especializado en el mercado de fichajes, Fabrizio Romano, desde el Barça se han mantenido "discusiones internas" de cara al posible fichaje de İlkay Gündoğan como agente libre para el próximo curso y, además, han confirmado el interés en la llegada del jugador al Spotify Camp Nou. 

Merece la pena recordar que hace unas semanas el agente del jugador del Manchester City había visitado las instalaciones de la Ciutat Esportiva Joan Gamper para reunirse con con los representantes de la dirección deportiva del Barça, pero en ese momento Mateu Alemany hizo referencia a que no se trataba nada especial, porque también es el tío de Andreas Christensen. 

Gündoğan no ha decidido su futuro

A pesar de que hay interés por parte del Barça (y otros clubes de Europa), así como la posibilidad de que se quede en el Etihad Stadiu, el futbolista de 32 años todavía no ha decidido qué hará cuando finalice la temporada, según explicó la fuente antes citada. Su futuro está en el aire y, probablemente, esperará hasta que termine el curso para definir sus planes. 

Para los culés sería una gran incorporación y la más viable a nivel económico. Han sonado jugadores como Bernardo Silva o Martín Zubimendi, pero sus traspasos no bajarían de los 60 millones de euros, una cifra que desde el Spotify Camp Nou no pueden permitirse por la dura situación económica y los eternos problemas con el 'fair play' financiero.