Después de tantas largas para llegar a un acuerdo de renovación entre la Juventus y Paulo Dybala, las negociaciones han terminado por torcerse muy a pesar de que la directiva del equipo de Turín había manifestado que todo iba bien encaminado, pero que solo era cuestión de tiempo para cerrar el acuerdo. Sin embargo, no ha habido apretón de manos tras las conversaciones.

En la última reunión de la representación del atacante y los miembros del tren ejecutivo de la 'Vecchia Signora', el argentino ha sido informado de que la incorporación de Dusan Vlahovic a la plantilla 'bianconera' ha dejado sin margen financiero al club, por lo que no habrá nuevas negociaciones para prolongar su vínculo contractual, por lo que deberá marcharse.

Al tratarse de su último año de contrato, Dybala ya se encuentra en libertad para iniciar conversaciones con otros equipos. De acuerdo con 'AS', son dos las opciones que de momento se manejan para recibirle. Una de ellas sería la del Atlético de Madrid, donde les esperaría su compatriota, Diego Pablo Simeone, quien espera sumar efectivos de ataque en verano.

Asimismo, el Inter de Milán podría hacerse con su ficha para reforzar su línea ofensiva en busca de un nuevo título de la Serie A. Aun así, otros equipos podrían sumarse a la puja contactando al futbolista para intentar convencerle con propuestas que podría evaluar junto a su agente en términos económicos y en lo que respecta al proyecto deportivo del equipo al que decida vincularse.

¿Qué ha salido mal en la renovación de Dybala?

La intención del equipo turinés era 'atar' al delantero hasta el verano de 2026. La propuesta contemplaba un salario de 9 millones de euros por temporada, además de otros montos adicionales por concepto de variables. A finales del año pasado, le comunicaron a Dybala que las conversaciones debían reprogramarse para el primer trimestre de 2022. No obstante, el fichaje de Vlahovic terminó acabando con las posibilidades de renovarle.