El FC Barcelona empezó la temporada de forma inmejorable a nivel de resultados: victoria en la Supercopa de España frente al Sevilla, cuatro triunfos consecutivos en las cuatro primeras jornadas de LaLiga Santander y estreno glorioso en la Champions League goleando al PSV Eindhoven. El problema es que solamente eran resultados.

El Barça estaba siendo muy resolutivo con un Leo Messi decisivo, al nivel de siempre, y un Ousmane Dembélé muy inspirado a nivel goleador que había hecho olvidar su apática versión de la temporada pasada. No obstante, siendo realistas, el juego del equipo no estaba siendo todo lo bueno que se desearía.

Los espacios atrás se hacían evidentes -aunque, por suerte, los delanteros rivales no estaban inspirados- y faltaba velocidad de la circulación de balón en el centro del campo. Pero siempre llegaba una genialidad de Messi, Dembélé o Philippe Coutinho que hacía pensar: "Tan mal no lo estaremos haciendo si lo ganamos todo".

No obstante, los tres pinchazos seguidos han sido un bofetón de realidad al equipo. La defensa está haciendo aguas, el centro del campo no tiene ideas y a la delantera le falta chispa. Por suerte, todo ello ha pasado en el inicio de la temporada, por lo que todavía queda tiempo para poner solución a una situación que no debe alargarse.

El mercado de fichajes de invierno, en la recámara

En el FC Barcelona deben empezar a pensar posibles soluciones a la mala trayectoria del equipo, que tendrá un examen importante en el próximo mes, en el que se recibirán rivales de entidad como el Tottenham, el Sevilla, el Valencia o el Real Madrid. Si esa 'tourmalet' sale mal, tal vez estemos delante de la necesidad de fichar en enero.

Hay que recordar que el club tiene abiertas varias vías, como los fichajes de Adrien Rabiot o Frenkie de Jong, que todavía siguen abiertos, o el sueño casi imposible de Paul Pogba. Todos ellos estaban previstos para el verano que viene, pero en el fútbol no hay paciencia que valga y, si la cosa no mejora, habrá que lanzarse a por ellos en enero.