El FC Barcelona tiene claro que reforzar la defensa es algo prioritario de cara a las próximas temporadas. Gerard Piqué y Thomas Vermaelen ya tienen 31 años y hacen falta relevos generacionales para ambos. La secretaría técnica culé ya puso la primera piedra la pasada temporada con las incorporaciones de Clément Lenglet para el primer equipo y de Ronald Araújo para el filial, pero hace falta más.

En este sentido, no sería descartable que en 2019 el FC Barcelona decidiera hacer una gran inversión en otro defensa central para complementar a los jugadores que actualmente hay en la plantilla o para cubrir el hueco de un Thomas Vermaelen que podría hacer las maletas. En este sentido trabaja Ariedo Braida, responsable de fútbol internacional del Barça, que está observando detenidamente a un central.

Se trata de Kalidou Koulibaly, el líder indiscutible de la defensa del Nápoles. El central franco-senegalés tiene 27 años y se ha convertido en uno de los defensas de moda en el panorama mundial. Mide 187 centímetros, es potente y efectivo en el juego aéreo. Su salida de balón también es bastante aseada.

El jugador del conjunto napolitano en numerosas ocasiones ha sido relacionado con el FC Barcelonasobre la base de un hipotético fichaje para jugar de azulgrana. El problema, según las informaciones proporcionadas por Mundo Deportivo este viernes, es el precio, ya que el Nápoles no escucharía ofertas por debajo de los 65 millones de euros.

Kaoulibaly, fue entrevistado hace meses y lanzó un guiño tanto a Barça como a Real Madrid: "¿Maradona dijo que puedo jugar en el Barcelona o el Real? Dejaré que los presidentes hagan su elección, yo solo trato de hacer lo mejor dentro y fuera del campo. Algunos jugadores negros ya están en los mejores clubes del mundo y espero hacer parte de eso algún día".

Koulibaly, seguido en el Nápoles-Liverpool

Kalidou Koulibaly tenía una prueba de fuego este miércoles en el partido de Champions League que el Nápoles jugó contra el Liverpool (acabó 1-0 para los italianos) y la pasó con nota. El central franco-senegalés fue observado de cerca por un Ariedo Braida que estaba en las gradas del estadio de San Paolo.