Los fichajes de Samuel Umtiti y Lucas Digne no se deben a un flechazo de última hora o una atracción por sus servicios reciente. Más bien, la de Umtiti y Digne es un amorío largo y reposado que ha ido creciendo con el tiempo hasta consolidarse. Los fichajes de ambos internacionales franceses han llegado después de tres años elaborando informes sobre su situación.

El Barça llevaba mucho tiempo interesado tanto en el zaguero como en el lateral zurdo. Desde tiempos de Andoni Zubizarreta en la secretaría, el Barça contaba con informaciones muy positivas sobre ambos pero preferían esperar para que madurasen en su fútbol. Algo que podría haber pasado ya y que habría hecho al Barça decidirse en su incorporación.

Desde la entidad catalana se sabe que la presión de jugar en un club como el culé es dura y que muchachos de diecinueve años lo tendrían muy complicado. Tres años recabando información y viéndoles madurar han ayudado para que ahora lleguen, a pesar de su juventud, mucho más formados y capacitados para afrontar este reto mayúsculo.

Tiempo en el que uno pasó de ser la joven promesa del Lyon al capitán del equipo con poco más de 21 años o el otro, de proyectarse como el lateral del futuro del PSG a salir cedido y crecer considerablemente en la Serie A y la AS Roma. Dos incorporaciones, por tanto, reposadas y que no llegan desde la incertidumbre ni inmediatez con la que se vive a día de hoy el fútbol.