El verano 2017 ha sido muy movido para el Barça, con un sinfín de rumores sobre entradas y salidas que han ido cambiando el panorama de la plantilla azulgrana. Aunque desde el club se considera satisfactorio el trabajo realizado en los últimos meses en materia de fichajes, tampoco se descarta acudir al mercado de invierno.

Además de Deulofeu, Semedo, Paulinho y Dembélé, hubo algunas llegadas más que se quedaron en el tintero, y los catalanes podrían retomarlas en un futuro próximo para rematar el anuncio en enero, cuando se abra la próxima ventana de traspasos. Tras valorar de nuevo cuáles son las necesidades del grupo que dirige Ernesto Valverde, los técnicos podrían apostar por algún futbolista de la larga lista que se ha contemplado en estas semanas.

Uno de los que más arriba se encuentra es Yerry Mina, al que el extremeño empieza a ver con buenos ojos tras la negativa azulgrana por Íñigo Martínez. Con un preacuerdo ya cerrado con el Palmeiras, el Barça podría hacer efectiva su compra antes del 31 de enero -por 9 millones de euros- o hasta el 31 de agosto -caso en el cual subiría hasta los 10-.

Los informes sobre el colombiano han calado hondo en el club, y su precio, más que asequible en las circunstancias en las que está el mercado, parece convertirle en una buena opción a sus 22 años. Habrá que esperar para ver si definitivamente Valverde opta por un nuevo central después de sus dudas sobre Marlon, Mascherano o Vermaelen.

¿Otro gran golpe?

Aunque el Liverpool ha dejado claro que Philippe Coutinho no saldrá de Anfield, el Barça no pierde la pista al brasileño, que tiene pendiente una larga conversación con su técnico y los directivos 'reds'. El centrocampista no ha quedado contento con las formas y la exigencia de su club, que se negó a una marcha más que reclamada por el jugador.

Así, el de Río estaría estudiando no disputar la Champions hasta enero, fecha en la que podría insistir en una oferta azulgrana, hecho que en la Ciudad Condal quieren comprobar antes de lanzar otra ofensiva por su fichaje.