A pesar de que los grandes objetivos del FC Barcelona para este próximo verano son fichar a un central de proyección y garantías y a un delantero de segunda línea que pueda actuar como revulsivo en las segundas partes, lo cierto es que la secretaría técnica de Robert Fernández manejaría informes de otros jóvenes jugadores que podrían convertirse en opciones interesantes de cara al futuro.
Y es que, según una información publicada por el diario "MD", y aunque es muy probable que el Barça repesque este mismo verano a Denis Suárez como refuerzo de lujo para acabar de apuntalar el centro del campo, la realidad es que el "scouting" culé controlaría a tres jóvenes promesas que han despuntado esta temporada en sus respectivos clubes como centrocampistas, y que serían opciones mucho más baratas a los Verratis, Pogbas y Saúles que copan día tras día las portadas de los periódicos.
El Barça desearía tener la certeza de que ficha a un jugador de calidad, pero podría disfrazarse de Sevilla u Oporto para hacerse con los servicios de una joven promesa que no haya explotado todavía del todo, pero a la que se le vean cualidades suficientes como para saber que acabará haciéndolo tarde o temprano. Se trata de Renato Sanches (18 años, Benfica), Sebastián Pérez (23 años, Atlético Nacional de Medellín) y Julian Weigl (20 años, Borussia Dortmund).
El centrocampista germano del Dortmund es sin lugar a dudas el más caro en la actualidad, dado que esta temporada se ha convertido en la gran revelación de la Bundesliga, y su valor de mercado oscilaría entre los 20-25 millones de euros. En cuanto a Sebastián Pérez, ha despuntado en Sudamérica, pero el bajo cartel de su liga hace que tenga un coste de tan sólo 5 "kilos", siendo una opción nada despreciable en el mercado.
Finalmente, en lo que respecta a Renato Sanches, el Benfica aumentó recientemente su cláusula de rescisión hasta los 45 millones de euros, al ver el potencial que esconde en las botas, y renovándole además el contrato hasta 2021. Por tanto, será muy complicado para el Barça llegar a un acuerdo con las águilas, que siempre acostumbran a sacar una buena tajada por sus ventas, al igual que el Oporto.