Lleva unos meses siendo protagonista y volverá a serlo en el mercado de fichajes del verano 2019, la fecha en la que el Ajax ha admitido que no podrá retenerle más en el Johan Cruyff Arena. Frenkie de Jong es uno de los centrocampistas más prometedores del mundo, y son muchos los que pelean por hacerse con sus servicios.

En la larga lista de pretendientes que acumula el de Arkel tienen muy claro que deben esquivar una virtud que se le ha atribuido falsamente al joven, y es que puede actuar indistintamente en la medular y en la defensa. Las cualidades del holandés le permiten moverse con mucha comodidad por todas las posiciones de la sala de máquinas de un 4-3-3, pero sufre mucho más cuando le toca ser referente en la retaguardia.

Una cosa es que pueda actuar puntualmente como central, y otra muy distinta que vaya a ser su puesto definitivo o que pueda desempeñarlo de manera regular. Lesiones y sanciones le obligaron recientemente a hacerlo en el conjunto 'ajacied', una experiencia que él mismo reveló que no le había gustado demasiado pese a cumplirla con esmero debido a las necesidades de los suyos.

Su capacidad física y su talento a la hora de sacar el balón jugado le convierten en un futbolista apto para moverse en el eje de la zaga, pero las exigencias tácticas y un menor margen de error le han puesto en aprietos en más de una ocasión. Si De Jong debe ser considerado como una gran incoporación es, precisamente, porque es un gran centrocampista, y no un gran central.

El Barça tiene claras sus prioridades en la plantilla

Este error ha sido a menudo cometido en el FC Barcelona, donde se han exagerado las virtudes de algunos pivotes que jugaron por necesidad algo más retrasados. Uno de los 'experimentos' más exitosos fue Yaya Touré, que, de todas formas, ha hecho carrera como todoterreno pero no como zaguero. A Alex Song ya se le confundió otorgándole una polivalencia que no poseía, una que ya ha rechazado un Sergio Busquets que se ha ofrecido cuando ha hecho falta pero que no quiere meterse en líos.

En la agenda de los catalanes sí se encuentra, en cambio, un compañero de De Jong, un Matthijs de Ligt que está por pulir pero que, en su parcela, apunta a ser uno de los mejores del planeta. El de Leiderdorp tiene un perfil más específico y es la elección ideal, sin obligación de jugar fuera de sitio y sin la presión de rendir por encima de su nivel en un puesto que no es el suyo.