Ya hace varias semanas que Adrien Rabiot avisó al Paris Saint-Germain de que no renovaría su contrato con la entidad francesa, que termina el próximo mes de junio y que le da la posibilidad al jugador de negociar con el equipo que sea para que llegue gratis en verano. Ya hace tiempo que muchos medios dan por hecho que el mediocentro acabará en el FC Barcelona.

Desde la prensa francesa, este lunes se desveló que ahora, el gran objetivo del club presidido por Nasser Al-Khelaïfi es vender al futbolista por unos 15 millones. Una opción que daría a clubes como la Juventus de Turín ventaja sobre el club azulgrana para hacerse con sus servicios después de que el futuro del jugador estuviese muy cerca de ser culé. En el Camp Nou empieza a haber temor.

El caso del posible fichaje de Adrien Rabiot por el FC Barcelona nos empieza a resultar familiar. Antoine Griezmann era el gran nombre que el club culé tenía hace meses en la cartera para reforzar la delantera de cara a la presente temporada, algo que no sucedió ya que el galo anunció que se quedaría en el Atlético de Madrid.

El delantero galo había roto el acuerdo verbal que tenía desde hacía tiempo pactado con la entidad azulgrana, montando un show televisivo alrededor de su futuro que no fue bien recibido por el barcelonismo. Griezmann había puesto la miel en los labios, pero después rompió su palabra y dejó tirado al FC Barcelona.

Ahora, la situación de Adrien Rabiot comienza a recordar a la de su compatriota. Después de rechazar las varias propuestas del Paris Saint-Germain por extender su vinculación con el club galo, media Europa sospecha que la voluntad de Rabiot es marcharse al FC Barcelona. Pero esas negociaciones sin cerrar no son garantía de que las operaciones vayan a salir adelante.

¿Lección aprendida por el Barça?

La experiencia del FC Barcelona con Antoine Griezmann deben dejar claro que no hay que dar nada por sentado. El ariete francés ya mareó la perdiz para luego dejar plantado a Josep Maria Bartomeu, al que había dado la palabra. La postura de Rabiot y, sobre todo, de su madre Veronique, hacen que desde la entidad catalana se sospeche, y no precisamente para bien.