Tiene muchos competidores de alto nivel y hay algunos recién llegados con perfiles más específicos que el suyo, pero en cuanto a precio, Malcom fue el fichaje más importante del FC Barcelona en el verano 2018. El de Sao Paulo ilusionó a aficionados y compañeros en sus primeras participaciones con la camiseta azulgrana, pero tras el arranque del curso oficial, ha llegado su sequía. Esto ha provocado algunos movimientos en el mercado.

En concreto, 'Mundo Deportivo' afirma que el Inter de Milán estaría tomando posiciones para acoger al brasileño, y que habría preguntado ya a los catalanes por su situación. El ex del Girondins de Burdeos es uno de los futbolistas menos utilizados de la plantilla, y aunque está tranquilo y motivado, es difícil de entender porqué le está costando tanto convencer a Ernesto Valverde.

Habrá que ver, eso sí, qué condiciones proponen los italianos, cuyas necesidades económicas ya truncaron un acuerdo prácticamente hecho para el traspaso de Rafinha Alcántara hace unos meses. Los 'nerazzurri' intentaron renegociar la opción de compra establecida en su cesión, y a los culés les consta que también se retiraron de la puja por el delantero al ver las cantidades que ofreció inicialmente la Roma. La caja no da para más.

El Barça no quiere desprenderse de Malcom

Aunque es evidente que un frenazo como el suyo ha provocado algunos rumores, desde el Barça y el entorno del joven se pide paciencia y se confía en sus cualidades para ganar presencia y regularidad. En las últimas semanas se han confirmado algunas reuniones para tratar las dudas sobre el atacante, cuya oportunidad podría llegar en las próximas semanas.

Una respuesta importante es la que dio su agente hace pocos días, subrayando que Malcom está calmado y no se plantea un cambio de airesLa clave en todo este jaleo es que todos vayan de cara para tratar asuntos que no deben salirse de la parcela deportiva, y tanto el jugador como su representante están siendo un auténtico ejemplo de profesionalidad.

Además, el internacional tiene un ejemplo dentro de la propia plantilla, a la que Dembélé tuvo algunos problemas para adaptarse pero en la que ha dado un notable paso adelante. Sus condiciones son muy personales pero a priori encajan más en el equipo, así que es cuestión de tiempo que acabe encontrando su sitio. Sin prisas, ni presiones.