De todas las promesas brasileñas que se han observado en los últimos meses en Sudamérica, el FC Barcelona parece haberse decantado por Rodrygo Goes, aunque precisamente es una de las que parece más complicado sacar por un precio asequible. El jugador parece dispuesto a firmar su salida, pero el Santos no va a dar facilidades.

La situación que se han encontrado los catalanes tras su primera reunión es que el 'peixe' quiere evitar acuerdos por la vía rápida para abrir una puja sin límites por el joven, que de momento tiene una cláusula de 50 millones de euros que bloquea su traspaso. Todo lo que esté por encima será bienvenido, lo que esté por debajo no lo quieren escuchar.

El problema es que a sus 17 años el de Sao Paulo es una apuesta demasiado cara para el riesgo que supone, por mucho que todos le auguren un futuro brillante. En Europa se pagan precios similares por futbolistas ya contrastados, y una inversión de tanto nivel requiere pensárselo una y varias veces.

Un hecho que molesta a los culés es que hace unos meses el precio bajaba a 35-40 'kilos', pero en cuanto ha surgido la oportunidad, los dirigentes santistas han asegurado el tiro. Ahora tocará trabajar mano a mano con el crack, porque él tiene la única llave para desbloquear la operación.

Rodrygo podría colaborar con el Barça

La intención del Barça era abonar 30 millones a plazos por su fichaje y dejarle cedido como mínimo hasta 2020, pero a esta propuesta el Santos ya ha dicho 'no'. Como era de esperar, la única contestación fue señalar la cláusula, y aunque al punta sí le parecen bien las facilidades que le ofrecen en cuanto a su formación, harán falta algunas reuniones más para sacar algo en claro de estos primeros contactos.

Varios medios han apuntado que existe un porcentaje de la venta que es propiedad del propio Rodrygo, que podría renunciar a cobrarlo para acercar la oferta azulgrana a la pretensiones del conjunto blanquinegro. Esta es una opción que todavía está por explotar, y en la Ciudad Condal trabajan para ser los primeros en afrontarla. Habrá que ver si el acuerdo es posible.