Queda todavía más de un mes para que se termine el mercado estival y el FC Barcelona ha gastado hasta la fecha 42 millones de euros entre los fichajes de Deulofeu -12- y Semedo -30-. Teniendo en cuenta lo que afirmó Bartomeu hace unas semanas en una entrevista en "El Periódico", asegurando que había 60 millones para fichar, al Barça sólo le quedan 18 millones en caja.

Esa es una cifra irrisoria para llevar a cabo el tercer y, en teoría, último fichaje del verano. El propio presidente azulgrana dijo que se debían reforzar el lateral, el centro del campo y el extremo. Han llegado Deulofeu y Semedo, extremo y lateral. Ahora falta alguien en la medular. Y los dos grandes nombres son Verratti y Paulinho. 

Pero es evidente que estos dos nombres cuestan bastante más que 18 millones. Así que el objetivo ahora es claro: hay que hacer caja. Para entrar dejen salir, es de cajón. Y son varios los nombres que están en ese disparadero: Arda, Munir, Samper, Vermaelen, quizás Rafinha... Pero de momento no acaban de llegar ofertas en firme. 

Hasta la fecha, se han rechazado ofertas importantes por Andre Gomes, mientras que por Arda Turan no han acabado de materializarse los intereses de equipos chinos e italianos. Otro que tiene muchas papeletas para salir es Rafinha, que podría salir al final del mercado cuando se recupere de su lesión de rodilla. Quiere jugar minutos para estar en el Mundial. 

Robert está tranquilo

Durante la presentación de Semedo, el director deportivo azulgrana se mostró precavido: "Precipitarse nunca es bueno. No me gusta hacer las cosas deprisa, tenemos mucho tiempo por delante. No se han hecho grandes operaciones en el fútbol español. De aquí al cierre de esta ventana, pasarán cosas", comentó.

Así pues, queda claro que tocará esperar para ver cómo se desarrollan los hechos. Habrá movimiento en la primera plantilla del Barça, veremos cuáles son los jugadores damnificados... y si Valverde cambia de opinión con alguno.