Pep Guardiola y el Manchester City han superado ya un lustro de trabajo, consiguiendo además en este 2023 la gran misión que tenían ambos cuando decidieron unir sus caminos: ganar una Champions League. En este tiempo una filosofía que la entidad ha adoptado de forma clara es no impedir que los futbolistas que quieran marcharse lo puedan hacer, siempre y cuando ingresen las cantidades que consideran justas.

Además, el técnico catalán ha permitido que el club trabaje también con fichajes de futbolistas jóvenes y con proyección, haciendo que los más veteranos de la entidad fueran saliendo poco a poco, aunque este pasado verano esa última postura les salió algo caro. El City insistió con su oferta de renovación para Ilkay Gündogan con la idea de que únicamente podría ser año a año, una situación que al alemán no le agradó demasiado y fue alargando las conversaciones entre ambos.

El City se tardó demasiado en reaccionar

Bajo ese escenario apareció y aprovechó el FC Barcelona. El ex capitán de los ingleses no sintió un verdadero interés del club a la hora de renovarle y acabó dando el 'sí' a un Barça que se benefició de las dudas del conjunto británico. Así lo ha explicado este jueves 'Sport', apuntando que Gündogan en todo momento dejó claro que quería una renovación de como mínimo dos temporadas, algo que incluso antes del Mundial de Qatar trasladó a la directiva inglesa.

En aquel momento lo que más quería el alemán era seguir jugando en el Etihad, según apunta la información, pero la visión de los dirigentes 'skyblue' consideraba que lo más óptimo fuera ir de año en año. Ese desacuerdo duró varios meses y lo aprovechó el Barça para hacer de su interés algo mucho más concreto. A partir del pasado mes de enero la situación no varió demasiado y aunque Gündogan sí recibió finalmente una oferta de dos años por parte del City, ya era demasiado tarde.

Gündogan ya se había visto como jugador del Barça

Aunque aquella nueva propuesta del club mancuniano forzó al Barça a mejorar su oferta, tanto económicamente como en duración, los culés se beneficiaron de que el jugador ya tenía la mente en la Ciudad Condal, donde terminó firmando por dos años y un tercero que estará condicionado a unos mínimos de participación, similar al actual contrato de Robert Lewandowski.