Las vueltas que da la vida pueden ser realmente increíbles, a veces tira los dados y da como resultado situaciones realmente sorprendentes y curiosas. Como por ejemplo que un futbolista que estuviera a punto de ser fichado por un club, sea rechazado por unos problemas de lesiones y se tome su particular venganza más de un año después. Ese futbolista se llama Ilkay Gündogan y el club, lamentablemente, es el FC Barcelona.

El pasado martes la figura del centrocampista alemán se alzo y parecía la de un gigante de tres metros que destrozaba a su contrincante con un par de simples zancadas. Las que necesitó para plantarse dos veces en el corazón del área y ejecutar al equipo de Luis Enrique, haciendo historia para un City que conseguía vencer por primera vez en la historia al Barça.

Era la renovada carta de presentación de un hombre que despertó el interés de los mejores equipos del mundo hace años pero que desapareció consumido en un infierno de lesiones. Sus problemas de espalda que duraron catorce meses y que tiraron al traste un fichaje ya pactado entre la entidad azulgrana y el Borussia de Dortmund. Gündogan era el faro del equipo de Jurgen Klopp y Andoni Zubizarreta se lanzó a por su fichaje.

Sin embargo, un reconocimiento médico secreto con la entidad azulgrana y que revela este miércoles "MD" acabó con el jugador sin firmar y a punto de decir adiós a su carrera. A pesar de ello, decidió luchar y poner fin a todo ello. Guardiola creyó en él cuando el pasado curso recuperó su nivel y se lo pidió a Begiristain. Y todo lo demás ya lo saben ustedes. Ese hombre fichado que pudo ser y nunca fue, el verdugo perfecto.