Después de afrontar varios problemas en el Real Madrid que terminaron con su salida de la capital española, Isco Alarcón podría estar viviendo un escenario similar, ahora en las filas del Sevilla. En esta oportunidad, el malagueño habría visto rotas sus relaciones con el director deportivo de la entidad andaluza, Monchi, por lo que tendría abiertas las puertas del Sánchez-Pizjuán para un eventual cambio de aires.

La información ha estado a cargo de 'Relevo', indicando que la mejor solución será el adiós del centrocampista en las próximas ventanas del mercado de fichajes, si bien la situación ha mostrado algunas mejoras últimamente. De acuerdo con el citado medio, ambos habrían intercambiado duras palabras en frente del resto de la plantilla en medio de una conversación en las instalaciones del equipo rojiblanco.

Actualmente, el Sevilla se ubica en el puesto número 18 de la clasificación liguera, peligrosamente en zona de descenso, tras haber obtenido apenas dos victorias, cinco empates y siete derrotas en los 14 partidos disputados hasta la fecha en la temporada 2022/23. Por ello, requieren urgentemente comenzar a abultar su casillero de victorias para escalar posiciones y evitar un desenlace trágico en el último tramo del curso.

El Sevilla quiere jugadores comprometidos

En palabras del director deportivo del equipo nervionense, es preciso contar con jugadores netamente comprometidos con la causa sevillista para intentar rescatar la temporada después de un difícil inicio. En este escenario, Isco no tendría cabida en el proyecto deportivo encabezado por Jorge Sampaoli, por lo que incluso en el mercado invernal, la directiva sevillista estaría buscándole un nuevo destino para su futuro.

Después de no terminar de consolidarse en las filas del Real Madrid, el centrocampista llegó al Sevilla, donde le recibiría Julen Lopetegui. Pero la salida del otrora seleccionador de España terminó por alterar sus planes, además de sufrir un importante bajón en su nivel. De momento, continúa siendo parte de la plantilla, pero la solución para la crisis pasa por una 'operación salida' de la que Isco podría terminar formando parte.