Kevin Gameiro sigue estando presente en la agenda mediática del FC Barcelona. La indecisión del equipo blaugrana entre apostar por el francés o por Luciano Vietto se debe, más que nada, al precio de la cláusula de rescisión del atacante galo al que se remite el Sevilla FC. Robert Fernández ya lo dijo hace un par de meses, con Gameiro se equivocaron de no haberlo fichado antes por un precio muy inferior.

Los gustos de parte de la directiva del Barça en este aspecto, el del cuarto delantero, son lanzarse a por una joven estrella que pueda despuntar en el Camp Nou pero al que todavía le queden cosas por pulir. Un Luciano Vietto, como hemos insistido, por el que negociarán en breves con el Atlético a ver si pueden conseguir traerlo por 20 millones.

Y entre tantos, Gameiro espera de vacaciones que desde la Ciudad Condal se de un paso por él. Y no será porque los azulgranas le pidan lanzar más guiños, porque no se puede. El atacante ya se reunió con el Sevilla y les comunicó su intención de salir si el que viene es el Barça. Si no fuera poco con eso, el atacante ha congelado una suculenta renovación con mejora de contrato incluida.

Kevin juega esa baza porque sabe que Luis Enrique es el principal valedero de su fichaje. El técnico asturiano apuesta más por un delantero centro veterano que por esa joven promesa que todavía tenga que formarse dentro del club. Se apunta a ese carro y también al que pueda llegar en forma de otro equipo si el FC Barcelona no se decide, el Atlético de Madrid, por ejemplo…