El FC Barcelona ha mantenido la misma estructura en su equipo durante prácticamente toda la última década, ya que los exitosos resultados obtenidosinvitaban a seguir una línea continuista con la plantilla. En cada verano, se hacían algunos retoques para reforzar las posiciones más débiles, pero no había ninguna revolución.

Esta revolución sí empezó en el pasado verano y ha seguido en el actual. Tras la marcha de Neymar el pasado verano a sus 25 años de edad, llegó Ousmane Dembélé para relevarle, cinco años menor. Otra de las estrellas que llegó, pero esta vez fue en invierno, fue Philippe Coutinho que, con 25, para darle el relevo generacional a Andrés Iniesta, de 34.

Sin embargo, este verano todavía se ha acentuado más la política de rejuvenecimiento de la plantilla. Arthur Melo fue el primero en llegar y, a sus 21 años, se prepara para ser el futuro mediocentro titular, dando relevo generacional a jugadores como Sergio Busquets o Ivan Rakitic, de 30 años.

Pocos días después de la llegada del centrocampista brasileño, llegó Clément Lenglet que, a sus 23 años, ocuparía el sitio de Javier Mascherano -que se fue el pasado mes de enero con 33 años de edad- para convertirse en el tercer central del equipo para tratar de disputarle el sitio a Gerard Piqué o a Samuel Umtiti.

En estos últimos días, ha llegado Malcom que, del mismo modo que su compatriota Arthur, tiene 21 años. El ex delantero del Girondins de Bordeaux llega para aprender de los mejores, con jugadores del calibre de Leo Messi o Luis Suárez -que, por cierto, tienen 31 años cada uno- y quién sabe si tal vez también para ocupar su puesto en el futuro.

De Jong o Rabiot, más juventud

Al FC Barcelona todavía le queda otro posible fichaje pendiente: el de otro mediocentro que ocupe el hueco dejado por Paulinho Bezerra, de 30 años. Las opciones son más que claras: Frenkie de Jong, mediocentro de 21 años del Ajax, y Adrien Rabiot, del Paris Saint-Germain, con 23 años de edad. Ambos también contribuirían a bajar la media de edad de la plantilla.