El FC Barcelona lleva hasta el momento dos partidos de pretemporada: el que se ganó en la tanda de penaltis ante el Tottenham y el que se perdió frente a la Roma después de que la remontada de los italianos. Dichos encuentros no están sirviendo para sacar conclusiones definitivas, pero sí para armar ideas importantes de cara a la próxima temporada.

Una de esas ideas que se están reafirmando es la de que Sergi Roberto es un mediocentro excelente. El jugador de Reus está siendo desplazado del lateral -su posición habitual durante las últimas temporadas- para jugar de mediocentro, donde está ofreciendo un papel estratosférico. El catalán muestra un juego sólido y sin fisuras liderando al equipo.

Hay que tener en cuenta que, hasta el momento, el FC Barcelona consideraba prioritario reforzar el centro del campo con un jugador con calidad técnica pero capaz de trabajar defensivamente. Los fichajes de Adrien Rabiot y de Frenkie de Jong se han complicado mucho por la posición de los clubes, pero viendo los partidos de pretemporada la solución parece estar en casa.

Sergi Roberto está siendo el encargado de 'hacer de Busquets' y está brillando con un rendimiento sobresaliente. El 'todoterreno' azulgrana, además de llevar el brazalete de capitán, está haciendo olvidar las ausencias importantes de la medular gracias al criterio con el que mueve al equipo con su clarividencia de juego y a su despliegue defensivo, recuperando múltiples balones.

En este sentido, no sería nada raro que finalmente el FC Barcelona aplazase sus esfuerzos para traer a Rabiot y a De Jong y se centrase en buscarle competencia a Nelson Semedo en el lateral derecho para liberar a Sergi Roberto y poderle ver definitivamente de forma fija como mediocentro, una posición en la que está demostrando ser un especialista.

Wagué, el nombre que ha sonado

Si finalmente se apuesta por el fichaje de un lateral derecho, Moussa Wagué, jugador del KAS Eupen de la liga belga, es el que más ha sonado hasta la fecha. El africano, a sus 19 años, llamó la atención por su buen papel en el Mundial de Rusia con la selección de Senegal, destacando por su proyección ofensiva, su potencia e incluso un gol marcado ante Japón.