El Real Madrid está construyendo su nuevo proyecto a base de fichajes, y pese a sus logros, aún debe sortear algunos obstáculos. Más allá de una operación salida que ni avanza ni ofrece señales prometedoras, hay algunas incorporaciones pendientes que están fuera del alcance de Florentino Pérez, empeñado en satisfacer una de las insistentes peticiones de Zinedine Zidane.

El marsellés ya reclamó a Paul Pogba en su anterior etapa en el banquillo, y ahora le quiere sí o sí. El conjunto 'merengue' busca una pieza que acompañe a los exigidos Luka Modric, Casemiro y Toni Kroos, y el entrenador está convencido que la que más rendimiento daría es su compatriota, que hoy por hoy se mantiene como un objetivo inalcanzable.

En Inglaterra informaban recientemente de una reunión de varios emisarios madridistas con el Manchester United, de la que habrían vuelto con las manos vacías. Los ingleses se niegan a negociar por el de Lagny-sur-Marne, al que consideran un pilar en su propio nuevo proyecto que arrancará bajo la dirección de Ole Gunnar Solskjaer, renovado hace unos meses tras relevar a José Mourinho.

En estas circunstancias, sólo hay una salida para los blancos, y es que el campeón del mundo diga públicamente que quiere marcharse. Hay alternativas oficiales como el 'transfer-request', y también otras como la que utilizó Christian Eriksen, que se confesó en una entrevista y dejó caer que le gustaría jugar en el Santiago Bernabéu, que admitió que supondría un paso adelante en su carrera.

Esta escapatoria no garantiza éxito, pero al menos podría presionar a los 'red devils'. Estos ya saben que a Pogba le seduce LaLiga y que estaría encantado de coincidir con una leyenda de su país como 'Zizou', pero están en una posición de privilegio porque el crack tiene contrato hasta 2021. Es de esperar que el Madrid siga insistiendo, pero derribar la muralla podría costar un mínimo de 150 millones de euros.

Eriksen se ha puesto a tiro del Madrid, pero no es una opción prioritaria

Quien ya aseguró que está listo para dejar el Tottenham es Christian Eriksen, a quien el Real Madrid mantiene como opción secundaria. El danés es una operación más sencilla porque saldría más barato y apenas tiene un año de contrato, pero su apuesta no ha sido recompensada porque en la capital española aún miran a Paul Pogba. En función de cómo acabe la ofensiva por el galo, el de Middelfart podría tener su momento, si es que no le entran las prisas y decide decantarse por otra de las ofertas que espera.