Antoine Griezmann confirmó la noticia que el barcelonismo temía: el delantero francés finalmente no fichará por el FC Barcelona y aceptará la oferta de renovación del Atlético de Madrid. Algo que parecía impensable hace unos meses, cuando el acuerdo entre el delantero francés y el club azulgrana era total y solamente faltaba la firma.

El FC Barcelona tenía previsto invertir 100 millones de euros en Antoine Griezmann, que era la cantidad de dinero estipulada en la cláusula de rescisión que hubiera liberado al jugador para poder recalar en el Camp Nou. El club azulgrana perderá la posibilidad de incorporar a uno de los mejores del mundo a un precio asequible, pero contará con una cantidad de dinero importante para reforzar el equipo.

Ante esta situación, el FC Barcelona deberá tener en cuenta varios factores para decidir como utiliza esos 100 millones que finalmente no serán gastados en el delantero francés. Una de las opciones es ir a por otro crack mundial y la opción que más gusta es el danés Christian Eriksen, del Tottenham. El club inglés no facilitaría su salida, pero el Barça debería buscar un juego de intereses con el deseo del futbolista danés.

Otra de las opciones sería confiar en el once de gala que ha llevado al Barça a ser un equipo muy sólido y reforzar el fondo de armario con jugadores de nivel. De este modo, Ernesto Valverde podría rotar más y los futbolistas llegarían mucho mejor físicamente y con menos minutos en sus piernas a la parte final de la temporada, algo que ha sido un problema en la presente temporada y que ha costado la Champions League.

Otra de las opciones, vinculada con la anterior, sería apostar por fichajes jóvenes del perfil de Clément Lenglet, Arthur Melo o Frenkie de Jong para acostumbrarles a la dinámica de juego del FC Barcelona y que aseguren el relevo generacional del once de gala, que tiene algunos miembros que ya superan los 30 años de edad.

Aprovechar los equipos que necesitan vender: PSG, Arsenal, Chelsea...

Hay varios clubes que tendrán una desbandada importante de jugadores en sus plantillas, algo que podría aprovechar el FC Barcelona. El Paris Saint-Germain está perseguido por el fair play financiero, por lo que necesita vender jugadores antes de julio. Por su parte, Arsenal y Chelsea no jugarán la Champions League, motivo por el que sería más fácil convencer a sus estrellas de recalar en el Camp Nou.