Antoine Griezmann tiene afinidad con los jugadores del FC Barcelona, encajaría a la perfección en el estilo de juego azulgrana actuando por el extremo izquierdo pero con total libertad para combinar con Leo Messi y Luis Suárez, está perfectamente adaptado a LaLiga y tiene una cláusula asequible de 100 millones de euros. Todo parece positivo en relación al fichaje de la estrella francesa.

La única pega es que el propio Griezmann, aunque estaría encantado de jugar algún día en el Barça, no desearía 'abandonar' este verano a un Atlético de Madrid que, por culpa de la sanción de la FIFA, no podrá fichar a jugadores hasta el próximo mes de enero de 2018 y, por lo tanto, quedaría notablemente mermado en el caso de que el galo hiciera las maletas al Barça.

"El TAS no redujo la pena para el Atlético, con lo que el club no podrá fichar. Entre mi asesor deportivo, Eric Olhats, y yo decidimos que lo mejor era que nos quedásemos en el club", señaló en una entrevista concedida a 'Telefoot' hace unas semanas.

El francés dejó claro que no habría sido justo para el club que él tomara la decisión de marcharse a otro club cuando el Atlético, el equipo que le ha dado la fama y gloria deportiva, se encuentra en una situación difícil. "Es un momento difícil para el Atlético de Madrid. Sería una mala pasada para el club abandonarlo en este momento. Hablé con los responsables del equipo y decidimos que seguiremos juntos", concluyó Griezmann.

Griezmann podría ser un gran fichaje

La cuestión es que la llegada de Griezmann sería muy positiva para el Barça, permitiendo al Barça mantener la excelencia en la punta de ataque. El francés aportaría desequilibrio, sacrificio y gol. Además, está acostumbrado a tener que buscarse por su cuenta las ocasiones en el Atlético, algo que en el Camp Nou sería distinto, dado que formaría parte de un encaje asociativo que le permitiría brillar con más fuerza.