Después de haber plantado al Real Madrid poco antes de la pasada final de la Champions, Kylian Mbappé aún tendría el deseo de vestir la camiseta blanca, pero en esta oportunidad sería él quien tendría que someterse a las condiciones que establezca el club, que en principio se había cerrado a recibirle tras lo sucedido. La operación podría producirse, pero todo dependerá de la disposición de ambas partes a alcanzar un acuerdo.

Para ello, de acuerdo con la información de 'Defensa Central', el internacional con 'Les Bleus' tendría que dar el primer paso para iniciar las conversaciones. No obstante, restaría por conocerse si su fichaje tendría lugar en la planificación de la directiva presidida por Florentino Pérez, que por el momento tiene definidos varios de sus objetivos de mercado y uno de ellos ya ha sido cumplido al asegurarse a Endrick Felipe Moreira de Sousa.

El siguiente paso para concretar un pacto entre Mbappé y el Madrid consistirá en que el jugador se muestre dispuesto a aceptar las condiciones que propondría el tren ejecutivo de Valdebebas. En esta ocasión, no será el club quien arriesgue de más con cifras estratosféricas para intentar convencerle, toda vez que la negociación ya no se llevará a cabo en los mismos términos. Simplemente el galo deberá adaptarse a la oferta.

El Madrid no tomará la iniciativa

El citado medio ha indicado que Florentino Pérez, quien de momento concentraría sus esfuerzos en Jude Bellingham, no está dispuesto a mover ficha para iniciar las operaciones. Sin embargo, estaría dispuesto a escuchar a Mbappé en caso de ponerse en contacto con el club en procura de un acuerdo. Desde el entorno del jugador no descartan la posibilidad de trasladarse a la capital española y saben que el delantero tendría el deseo de vestir la elástica merengue, por lo que en esta oportunidad no habría obstáculos.

La renovación de Mbappé tiene una vigencia de dos temporadas, posiblemente como parte de las condiciones del atacante previendo la posibilidad de marcharse al Madrid u otro club tras la Copa del Mundo disputada en Qatar, un asunto que revestía una vital importancia para la junta presidida por Nasser Al-Khelaïfi como parte de los deseos de los dueños del PSG para tener al de Bondy como embajador en el torneo. Ahora, la situación sería distinta.