El FC Barcelona afrontaba este verano una misión importante, porque tras el cambio en la secretaría técnica, arrancó una importante operación salida. En las últimas temporadas ha habido que hacer 'limpieza' en el vestuario, pero esta se antojaba definitiva porque debía dejar una plantilla potente, compensada y algo más corta que en el pasado reciente. El comprador más fiel a los azulgrana no está teniendo suerte, porque su inversión, de momento, no está justificada.

Sin contar conceptos variables, el Everton abonó 52,7 millones de euros divididos en los fichajes de Yerry Mina y Lucas Digne y la cesión de André Gomes. Fueron algo más de 30 por el central colombiano, poco más de 20 por el lateral francés y 2,25 por el préstamo del centrocampista portugués, por el que, además, los británicos no poseen opción de compra.

El problema es que por varios motivos sólo el de Meaux ha podido debutar, y su participación se ha visto limitada a apenas cuatro minutos en tres partidos. Entró como extremo en el debut en la Premier League contra el Wolverhampton, se quedó fuera de la convocatoria frente al Southampton y en el banquillo contra el Bournemouth. Tendrá que adaptarse algo más para ir apareciendo.

Los que ni siquiera se han estrenado son el Mina y Gomes, cuyas lesiones les han impedido entrar en la rotación de los 'toffees'. El de Grijó continúa de baja por una lesión muscular que ya ha cumplido un mes y que podría tenerle algunas semanas más en el dique seco, y el de Guachené tenía un problema leve en el pie que parece que se ha complicado. 

El Barça, sin responsabilidades con sus descartes

Está claro que con tan poco tiempo desde que fueron presentados, en Goodison Park todavía hay paciencia con los recién llegados, a los que Marco Silva podría ir integrando en los próximos meses. Como las negociaciones se apuraron y este año había Mundial, los tres han tenido poco recorrido en la pretemporada, y aún deberán asimilar conceptos para empezar a encajar en el equipo.

La parte positiva para el Barça es que estos inconvenientes no le afectarán, más allá de un André Gomes al que recuperará el próximo verano. A pesar de tener una opción de recompra por Yerry Mina, las variables se manejan en las próximas campañas y no hay preocupación por la habitual devaluación que sufren sus descartes. Ahora sólo queda desearles buena suerte.