El FC Barcelona tiene claro que para pasar al siguiente nivel la próxima temporada es muy necesario fichar un mediocentro que equilibre al equipo y se complemente bien con los 'jugones' que hay en el centro del campo. El favorito parece que es Amadou Onana, pero el Everton pide 60 millones de euros por él y en el Barça no tienen nada claro que este verano se vaya a poder afrontar una operación de tan alto coste por un jugador que aún es un 'melón' por abrir.

Es por esto por lo que en el club exploran otras opciones más asequibles, como podría ser por ejemplo Mikel Merino, al que los catalanes siguen desde hace unos años. En 'Mundo Deportivo' aseguran que los azulgrana tienen en su agenda al mediocampista de la Real Sociedad, que aunque tiene una cláusula de 60 'kilos', acaba contrato en 2025 y podría salir por bastante menos. Parece que él está abierto a quedarse en San Sebastián y los donostiarras quieren que siga, pero la renovación está estancada de momento y si el cuadro barcelonista tocara a la 'puerta' del navarro todo podría cambiar.

En la Real tienen claro que la continuidad del ex del Newcastle es una prioridad, pero no están dispuestos a tirar la casa por la ventana. Parece que el bloqueo de todo se encuentra en el aspecto económico y, aunque el Barça no está en la mejor situación económica posible, seguramente sí pueda pagarle más que los vascos. El mayor impedimento al fichaje en ese caso sería el precio que pusieran los blanquiazules, ya que aunque pedirían menos de lo que estipula su cláusula, tampoco lo regalarán. Con lo duro que es Jokin Aperribay, presidente realista, su traspaso difícilmente costaría menos de 30/40 millones.

Mikel Merino, un 'todocampista' con cualidades para jugar de pivote

A nivel deportivo, Merino aseguraría rendimiento inmediato, ya que su nivel en LaLiga con la Real ha sido altísimo estos últimos años. Es un centrocampista total, muy capaz de jugar en la base de la jugada como mediocentro, pero también como interior todoterreno, que es el puesto que más ha ocupado en el cuadro donostiarra. El Barcelona le querría más como pivote, pero no debería haber ningún problema para que se adapte a esta posición, ya que fue el lugar donde explotó en el Newcastle y tiene condiciones de sobra para rendir muy bien ahí.

Mikel es un jugador con un buen físico, agresivo con balón y sin él y tiene muchísimo recorrido. Jugando de interior pisa muchísimo el área y tiene buena llegada, habiendo marcado este curso ya 7 goles. No obstante, lo que más le interesa a los culés es cómo se puede desempeñar de pivote y ahí, gracias a su buen dominio de la pelota y a su facilidad para encontrar al compañero libre, puede darle mucho al Barça. Además, por su mencionado físico es un pulmón y defensivamente también podría contribuir bastante, a pesar de no ser un especialista. También cabe destacar de él que está acostumbrado a jugar en una Real que siempre quiere el balón, algo que en el Barcelona es básico.

Aunque el navarro no sería un fichaje mediático y no haría que los culés diesen un gran salto, sí mejoraría mucho lo que hay ahora, ya que es bastante mejor jugador que Oriol Romeu, que en teoría iba a ser quien más jugara de mediocentro, y que Andreas Christensen, el 'parche' que se ha inventado Xavi Hernández estos últimos meses. Con 28 años que cumplirá en junio, el de Pamplona llegaría en plena madurez deportiva, después de haber sido clave en una gran Real Sociedad y tras haberse asentado con España, con la que parece que irá a la Eurocopa.