El mercado de fichajes 2019 viene cargado de sorpresas, y entre ellas está de momento el futuro de Adrien Rabiot. El de Saint-Maurice sigue guardando silencio respecto a sus intenciones para la próxima campaña, mientras el PSG intenta certificar su renovación y media Europa se pelea por hacerse con sus servicios sin tener que pagar un solo euro a los galos.

En el Parque de los Príncipes han respondido a la situación de alarma con medidas desesperadas, y ante la posibilidad de perder a un gran activo, que además es símbolo del club por su formación en las categorías inferiores, Nasser Al-Khelaïfi ha tomado los mandos en las negociaciones para extender su contrato. El presidente no quiere más contratiempos, y lo ha demostrado muy pronto.

'L'Équipe' asegura que a pesar de la amenaza de la investigación de la UEFA por el 'Fair Play Financiero', el presidente está decidido a darlo todo por el centrocampista. Este ha pedido confianza en lo deportivo y en lo económico, y al menos en lo segundo va a tener una respuesta inmediata, porque los 'bleus' podrían situarle entre los mejor pagados del vestuario.

El citado medio apunta que la última oferta que han puesto sobre su mesa cuadriplicaría su actual salario, y lo elevaría hasta los 12 millones de euros brutos al año. Esto le situaría al nivel de otro referente de la plantilla, Thiago Silva, con el añadido de que también se le compensaría con una generosa prima de renovación, a la altura de las que sus pretendientes le han trasladado para tratar de convencerle.

En la capital francesa confían en que este intento sea el definitivo para 'atar' a Rabiot, que sigue estudiando sus opciones y mirando con interés al FC Barcelona. Los catalanes seducen al galo por el fútbol que practican y por el estatus que le otorgarían en el Camp Nou, aunque todavía es pronto para saber quién acabará ganando la carrera para asegurarse el favor del joven.

El PSG reacciona al interés del Barça

Como ha sucedido en los últimos años cada vez que ha habido conversaciones entre el Barça y el PSG, los parisinos ya estudian como contragolpear el interés de los culés, y se habrían propuesto torpedear todos sus objetivosEn la Ciudad Condal ya saben que deben andarse con ojo con las airadas reacciones de su rival, que en el pasado ya les acabaron costando más de un disgusto.