El FC Barcelona llegará al mercado estival de fichajes con varios nombres en la agenda buscando reforzar su plantilla. Quizá el de mayor peso de todos sea el de Bernardo Silva, quien anteriormente ya ha estado cerca de aterrizar en la Ciudad Condal ante su deseo de abandonar las filas del Manchester City. Ahora, esa posibilidad podría estar nuevamente sobre la mesa, pero no se trata de una operación sencilla para el club.

En tal sentido, según apunta el diario 'Sport', desde la directiva se están retomando los esfuerzos para sumar al internacional portugués al equipo de Xavi Hernández. Anteriormente, el centrocampista ha manifestado su deseo de afrontar nuevos desafíos en otro club: "No negaré que mi objetivo para mis últimos años de carrera, si sucede algo bueno en otros lugares, probablemente será ir a un nuevo proyecto".

Después de tantas presiones por parte del jugador y su entorno, el equipo inglés finalmente le ha comunicado que es libre de marcharse si así lo desea, siguiendo la postura de Pep Guardiola al querer contar solo con jugadores netamente comprometidos con el equipo. Aun así, sería preciso dejar una importante suma de dinero en las arcas de los 'cityzens', tomando en cuenta que el contrato del luso quedará sin efecto en 2025.

De acuerdo con el rotativo, este monto alcanzaría los 65 millones de euros, cinco 'kilos' menos que la cantidad exigida durante el pasado verano en medio de una operación que no pudo concretarse, ya que para ello era preciso vender a un jugador con el valor de mercado de Frenkie de Jong o a varios que juntos sumaran un precio similar. Su precio podría ser asumido por el Barça, pero restaría aún un obstáculo mayor.

Las dificultades para el Barça

Lo realmente complicado para el Barcelona será inscribirle ante LaLiga sin exceder los límites salariales. Javier Tebas ha sido riguroso con este tema, por lo que la entidad catalana deberá hacer ajustes importantes para presentar cifras favorables. Actualmente, Bernardo Silva gana unos siete millones de euros por temporada y espera un aumento en su nuevo destino, algo que no encajaría en la actual política salarial del Barça.