Andrea Pirlo ha confirmado que se retirará a finales de este 2017. El centrocampista italiano, que actualmente está en Estados Unidos jugando la MLS, lo ha anunciado en una rueda de prensa emotiva. Pondrá así el punto y final a una carrera en la que ganó, entre otras, 6 ligas italianas, dos Champions y un Mundial.

A sus 38 años toca colgar las botas. Pirlo tiene claro que ya no puede seguir rindiendo al nivel que quiere y prefiere dejarlo sin arrastrarse. Y es un buen momento para recordar que hace unos años pudo recalar en el Barcelona. Al menos eso es lo que él mismo afirmó hace años en una entrevista.

"Con el Milan habíamos jugado un amistoso contra el Barcelona en el Camp Nou. Después del partido, Guardiola me llamó para que fuese a su despacho. Quería saber si me gustaría jugar en el Barça. Fue un buen detalle que me invitase a su despacho, pero el Milan no quería que me fuese", explicó Pirlo.

Está claro que con él, la medular culé hubiera sido todavía más exquisita -con Xavi, Iniesta, Busquets...- pero la historia quiso que eso no fuera así. En cualquier caso, los títulos siempre estarán en el museo del Barça. A Pirlo le hemos disfrutado desde la distancia y con mucho orgullo. Un súperclase. 

También pudo jugar en el Madrid

Pirlo reconoce en su biografía que pudo vestir los colores blancos. Fue después de que Italia ganase el Mundial de Alemania 2006, derrotando en la final a Francia en el adiós de Zidane, cuando el Milán estaba siendo investigado y podía descender a segunda división por influencia arbitral. "Yo pertenecía al Real Madrid, no al Milán. Yo era jugador del Real Madrid en mi cabeza, en mi corazón y en mi alma. Tenía un contrato de cinco años esperándome allí y un salario que no era de este mundo", dijo.