Puede que el marcador engañe, pero lo cierto es que el 2-0 encajado por el FC Barcelona contra el Real Madrid esconde una realidad muy preocupante; la de un baño de juego irremediable que sufrieron los culés especialmente en la primera mitad, y la de una reacción nula del equipo entrenado por Ernesto Valverde en la segunda mitad, con todas las líneas superadas por el Real Madrid.

El bajo estado de forma del FC Barcelona, como es natural, hace que muchos barcelonistas se pregunten si, visto lo visto, la plantilla tendrá suficiente con tan sólo dos fichajes más –aunque puedan ser de campanillas- para mejorar la cara, recuperar las buenas sensaciones y luchar esta temporada por todos los títulos, como se esperaba que sucediera.

La defensa del FC Barcelona hace aguas, aunque el problema es aún más grave en un centro del campo que no ha dado la talla contra el del Real Madrid, infinitamente más acertado en aspectos como la presión de balón.

La pasada temporada la delantera era la única pieza que funcionaba a la perfección con regularidad, pero la marcha de Neymar Jr ha dejado muy solitarios a Messi y Luis Suárez, incapaces de buscarse las castañas ellos solos arriba. Este miércoles se les vio con una gran cantidad de problemas para combinar con criterio al borde del área con sus compañeros, desconectados del resto del equipo.

El FC Barcelona necesita fichajes de garantías

En este sentido, y con Iniesta lesionado un día y en baja forma otro, puede que sean necesarios más de dos fichajes para que el FC Barcelona vuelva a recuperar la hegemonía perdida. Una hegemonía, por cierto, que desde hace un tiempo tiene ahora el Real Madrid.

Eso sí, será necesario que el barcelonismo siga unido y que la afición, junto con el club, remen juntos para que la situación no se deteriore todavía más. Harán falta llegadas ilusionantes, y cuanto antes.

Todo hace pensar que Coutinho será la primera y Dembélé la segunda y última tras Paulinho, que será presentado este jueves. Pero la afición culé cada vez está más desilusionada, y harán falta varios triunfos consecutivos para que todo empiece a ir como la seda... Como iba antaño.