¿Qué pasará si Dembélé no es titular en el Barcelona 2018-19?

Ousmane Dembélé podría convertirse, la próxima temporada 2018-19, en el gran 'damnificado' del FC Barcelona en el caso de que Antoine Griezmann acabe aterrizando en el Camp Nou. El actual futbolista del Atlético de Madrid es una estrella consagrada a sus 26 años, y llegaría para ser titular en una delantera de ensueño formada junto a Leo Messi y Luis Suárez.

En este sentido, Philippe Coutinho retrasaría su posición hasta el interior izquierdo, la posición habitual de Iniesta, y tanto el manchego como uno de los fichajes estelares del FC Barcelona en los últimos meses, Ousmane Dembélé, partirían en principio desde el banquillo en los partidos importantes, siempre y cuando Ernesto Valverde no llevara a cabo rotaciones.

Dembélé, ¿el suplente de Griezmann?

Eso sería un hándicap añadido para un Dembélé que, a sus 20 años, pasaría a ser el cuarto delantero del FC Barcelona y no tendría ni mucho menos la titularidad asegurada. El joven talento francés siempre ha querido jugar en el conjunto azulgrana, pero una posible situación de ostracismo podría llevarle a pensarse dos veces la posibilidad de hacer las maletas.

Y, cuando una idea se le pone entre ceja y ceja, ya sabemos cómo es el carácter de Dembélé. El francés estuvo tres semanas sin entrenarse con el Borussia Dortmund hasta que se cerró su fichaje por el FC Barcelona, y se marchó del Signal Iduna Park en mitad de un ambiente enrarecido y sin el respeto ya de algunos de sus antiguos compañeros de vestuario.

El Barça seguirá apostando por Dembélé

No se espera que Dembélé pueda hacer algo así en el FC Barcelona, pero está claro que las suplencias continuadas podrían hacer mella en su estado de ánimo, hasta el punto de desmotivarle. Existe la posibilidad, por contra, de que precisamente la competencia le ayude, motivándole todavía más para ganarse 'el pan' sobre los terrenos de juego.

Lo que está claro es que el FC Barcelona, llegue o no Griezmann, seguirá apostando por un Dembélé que el verano pasado costó 105 millones de euros fijos más 40 'kilos' más en variables, convirtiéndose en el segundo fichaje más caro de la historia del FC Barcelona, tan sólo superado este pasado verano por los presuntos 160 millones de Philippe Coutinho. El francés, en definitiva, sólo necesita tiempo y oportunidades para explotar.