Alcácer tiene un pie y medio fuera del Barcelona y Luis Suárez no será eterno -no aprovechamos su mal momento para atacarle, ni mucho menos-. Esto es una realidad objetiva. Y el club azulgrana debe trabajar desde ya en la incorporación de un ariete para el futuro. Si no un fichaje, un rastreo efectivo que permita asegurar la llegada de un '9' en uno o dos años.

Puede tener un perfil más de veterano y revulsivo, como podría haberlo sido Aduriz hace unos años -al estilo Larsson- o alguien más polivalente que pueda decantarse a las bandas, sobre todo mientras esté Leo Messi en el equipo. Pero es evidente que se necesita un killer.

En este contexto, no hay actualmente jugadores ofensivamente hablando a buen precio y de nivel. Los grandes arietes están en equipos de primer nivel como el Bayern (Lewandowski), Agüero (City), Griezmann (Atlético)... Pero hay algunas opciones que se podrían estudiar.

Una de ellas es Harry Kane, delantero del Tottenham que evoluciona de forma constante y dentro del área es determinante. Además permitiría añadir el juego aéreo como arma. Es joven y tiene capacidad de mejora. Su fichaje, eso sí, cada vez más caro.

Otro nombre que está saliendo a la palestra en los últimos meses es Timo Werner, delantero alemán con un perfil similar al de Müller y Klose. Un mix, vaya. Define bien dentro del área y es ágil en ataque.

Griezmann y Dybala, alternativas diferentes

El Barcelona maneja muchos nombres. Griezmann es uno que suena con fuerza, pero el francés no es un '9' puro. Dybala, por su parte, tampoco es un delantero centro, juega más de enganche o desde la banda. Todo dependerá, evidentemente, de qué sistema de juego se despliegue en un futuro. Pero un delantero es obligatorio.