Ronaldinho ha vivido momentos tremendamente emotivos a lo largo de su carrera como futbolista, la gran mayoría de ellos deslumbrando y maravillando con la camiseta del FC Barcelona. Sin embargo, tras dejar el club azulgrana en 2008 siguió mostrando pequeños destellos de su inacabable calidad en los distintos equipos en los que militó.

En octubre de 2012, cuando jugaba en el Atlético Mineiro, Ronaldinho marcó uno de los goles más especiales de toda su trayectoria futbolística, no tanto por su relevancia y belleza sino por el hecho de poder dedicárselo a una persona muy especial que había fallecido un día antes, su padrastro.

A Ronaldinho nunca se le acabó la magia

En el minuto 11 de partido, anotó uno de los tres goles que acabaría marcando en el 6-0 contra el Figueirense. Entonces, mientras sus compañeros celebraban la diana con él y el público le ovacionaba, dejó escapar algunas lágrimas antes de seguir maravillando y marcar dos goles más, uno de falta directa y otro más tarde.

El astro brasileño y leyenda viva del FC Barcelona no pudo ocultar las lágrimas. No se trataba sólo de una celebración emotiva, sino de la posibilidad de poder dedicar las dianas a su padrastro, y el hecho de que estuvo a punto de no jugar el partido precisamente debido al dolor que sentía en esos momentos. Al final, acabó homenajeando a su padrastro haciendo lo que mejor sabe: convertir el fútbol en magia.