El United tropieza en casa y el Manchester City es campeón de la Premier

El fútbol es caprichoso, y el desenlace de la Premier League es la enésima prueba de ello. El Manchester City tenía el título en el bolsillo hace apenas unos días, cuando ganaba 2-0 al Manchester United en el descanso del derbi. Pero los de José Mourinho voltearon el marcador, y aplazaron el alirón como mínimo una semana.

El mínimo significaba que los de Pep Guardiola debían ganar a domicilio al Tottenham y esperar que los 'red devils' no puntuaran en casa ante el colista, y es que sólo les valía la derrota local. En Old Trafford, el teatro de los sueños, los que soñaron fueron los adversarios, porque ganó el West Brom y certificó matemáticamente el triunfo de los 'sky blues'.

Jay Rodríguez sella el título del Manchester City

Lo curioso es que hasta este domingo los 'baggies' apenas habían ganado tres encuentros, pero supieron sufrir para encontrar el cuarto. Con la moral renovada y mucho interés en seguir retrasando el alirón de su máximo rival, los rojos empezaron a dominar, aunque eso no evitó que David de Gea tuviera que aparecer con su para salvadora habitual.

Parecía que si había un gol tenía que ser de los de casa por su insistencia y su mayor calidad, pero las ocasiones no acababan de llegar y las que aparecían no quería entrar. La sorpresa la puso el mejor de los visitantes, un Jay Rodríguez que respondió a una jugada embarullada y con varios despejas cazando un balón y de cabeza, a bocajarro, enviándolo a la red ante la mirada impotente del guardameta.

Quedaban 20 minutos para el final y la sensación de que aún había tela por cortar, pero esta vez no hubo remontada y si festejo, ya que aunque el United afeó la celebración, al final ha llegado para el Manchester City. Tras los batacazos ligueros y en Champions, ya hay motivos para sonreír en el Etihad Stadium.

Guardiola vuelve a ser campeón

Le ha costado dos años y una inversión multimillonaria, pero el City ya empieza a jugar y a ganar como quiere Pep Guardiola. Después de dirigir al mejor FC Barcelona de la historia, el catalán sigue escribiendo la suya, con la tercera conquista (LaLiga, Bundesliga y Premier) en una de la grandes ligas del continente. Ahora queda la gran obsesión, una Champions que todavía está lejos. En unos meses volverá a intentarlo.