Llegó a la presidencia de la FIFA con el objetivo de cambiar las cosas y acabar con la corrupción. Ingentes sumas de dinero que se movían de federación en federación a cambio de favores. Sin embargo, y a pesar de la ilusión que había despertado en algunos la figura de Gianni Infantino, ésta comienza a desaparecer al hacerse público el sueldo que podrá pasar a cobrar el nuevo presidente del máximo organismo mundial del fútbol.

Según diferentes medios, Infantino pasará a tener un sueldo cercano a los 1,8 millones de euros, una cantidad que es sensiblemente inferior a lo que percibía el anterior presidente, Joseph Blatter. A la espera de que sea la FIFA la que lo haga oficial, el mandatario ya se encargaba de desdecir algunas cifras que habían surgido al afirmar para el diario "Blick" que su salario  "será inferior a los dos millones de francos suizos (1'8 MEUR) de los que habla la gente".

Sin embargo, el pasado mes de junio se informó que Infantino habría rechazado la propuesta de remuneración que había realizado la comisión de la FIFA encargada para ello pues la consideraba insuficiente. Esa oferta fue calificada por el propio Infantino como "insultantes" y "completamente arbitrarias". 

El mismo Gianni ha sido investigado desde que fue acusado por un supuesto conflicto de intereses. Varias miembros de la FIFA le acusaron de haber violado el código ético de la FIFA tras volar a Roma con su madre y su esposa en un avión de un oligarca ruso para reunirse con el Papa Francisco. Finalmente, la Comisión le dejó absuleto de cargos. Y ahora deberá liderar la "regeneración" del organismo con un sueldo de monarca.