Después de un difícil comienzo de temporada y una serie de problemas que incluso llevaron a la salida de Cristiano Ronaldo, el Manchester United ha mostrado una mejora significativa en este tramo de la temporada. Los de Ten Hag han logrado resultados importantes ante equipos del 'Big Six' e incluso echaron al FC Barcelona de la Europa League. Entre sus piezas clave destaca la figura del argentino Alejandro Garnacho.

Con apenas 18 años de edad, el delantero ha mostrado una progresión importante en el curso, que incluso le ha valido ser convocado por el seleccionador campeón del mundo, Lionel Scaloni, para los partidos frente a Panamá y Curazao. Sin embargo, en una entrevista reciente para el diario 'The Sun', Jesús Adolfo Marcos, quien fuera su entrenador en la cantera del Atlético, ha recordado que Garnacho fue un jugador problemático.

Marcos ha explicado cómo fue su primer contacto con el atacante y los eventuales problemas que ocasionó: "Yo entrenaba al juvenil, pensé que me estaban bajando, pero me dijeron que en realidad era un ascenso. Me dijeron que querían que entrenara al mejor jugador joven del club. Esa era mi misión y también mi mayor desafío. Alejandro era un 'chico de la calle', de un barrio de Getafe, y enseguida decidimos trasladarlo al hotel de la academia, porque no era un buen estudiante. Era más inteligente que el resto de los chicos, pero se volvió problemático".

El otrora entrenador rojiblanco ha relatado varias de las acciones y gestos de indisciplina del argentino en las concentraciones con el equipo, alterando así el orden en la plantilla: "Era un sinvergüenza y daba guerra dentro del hotel. Llevaba comida a escondidas a la habitación, dulces y esas cosas. Escondía su teléfono y estaba con este hasta altas horas de la noche".

El talento de Garnacho

Sin embargo, Jesús Adolfo Marcos también ha recordado algunos momentos en los que el argentino terminó sorprendiéndole: "Jugábamos en el campo del Rayo Majadahonda y me vi obligado a sacarlo a los diez minutos por un problema de actitud. Sus instrucciones eran correr y esforzarse porque presionaban mucho, pero Alejandro no se esforzó nada".

Fue entonces cuando notó el nivel de madurez del delantero: "Le sustituí y, en el primer ataque sin él, marcamos. Acabamos ganando 6-0 y todo el cuerpo técnico esperaba una reacción negativa por su parte, de queja o de indisciplina. Pero fue todo lo contrario. Alejandro reaccionó con una madurez increíble, no se quejó y trabajó muy duro toda la semana. Es un chico inteligente que sabía que estaba equivocado. Tiene esa cosa que tienen los jugadores especiales: pueden ser rebeldes".