Impresionante el gesto realizado por un jugador de origen español durante el Bocholt-Baumberg de la quinta división de Alemania. Toni Muñoz-Bonilla, que había caído en el interior del área del equipo contrario, fue "premiado" con un penalti a favor señalado por el árbitro, que estaba muy lejos para ver correctamente la acción pero se guió por el instinto para señalar penalti.

El caso es que no lo era, y Toni Muñoz-Bonilla corrió rápidamente a admitírselo al colegiado para que dejara pasar la acción, cogiendo por sorpresa a los jugadores del conjunto contrario, que estaban protestando airadamente.

Al final, Toni fue felicitado y aplaudido por todos los jugadores rivales, que quisieron darle la mano y, sobre todo, las gracias por su honestidad y "fair-play" al reconocer que aquella jugada no había sido penalti.

¿Reaccionaría igual un jugador de élite?

Una acción de juego limpio que, sin lugar a dudas, parece poco probable que vaya a verse demasiado en el fútbol de élite, donde más bien la voluntad de algunos futbolistas es hacer todo lo posible por engañar a los árbitros con "piscinazos" dentro del área, intentando así confundir a los jueces para que la suerte sonría a sus intereses. En definitiva, está claro que muchos deberían aprender de Toni Muñoz-Bonilla.