El Manchester City de Pep Guardiola ya no es líder en solitario de la Premier League, y este miércoles cayó derrotado también en la EFL Cup contra nada más y nada menos que el Manchester United, un equipo que tampoco está para tirar cohetes bajo el mando de José Mourinho.

Los "citizens", por sexto partido consecutivo, no obtuvieron la victoria en un duelo en el que no pudieron desplegar toda su calidad y fluidez en el juego ofensivo, al estar tocados moralmente por cómo están yendo las cosas en estas últimas semanas. Y es que los de Guardiola no están frescos físicamente, se han vuelto previsibles y han perdido el brillo y la confianza, en una situación cada vez más peligrosa.

No en vano esta es sin lugar a dudas la peor racha como entrenador de Pep Guardiola, que ni con FC Barcelona ni Bayern Múnich había estado seis partidos consecutivos sin obtener el triunfo.

El propio Manchester City, además, tampoco firmaba una racha tan negativa desde hace ocho temporadas, en el ya lejano 2008. Los tres empates y tres derrotas que han sufrido los "citizens" en las últimas semanas han ido alternándose, pero han provocado que parte de la afición del conjunto inglés se haya mostrado desencantada con la llegada de Pep Guardiola, a quien han empezado a criticar por algunas decisiones controvertidas como el hecho de dejar a Agüero en el banquillo contra el FC Barcelona en el Camp Nou.

La cuestión es que el Manchester City, que enlazó 10 victorias consecutivas en los 10 primeros partidos de temporada, todavía está a tiempo de reaccionar. Se mantiene colíder de la Premier League con el Arsenal, y en Champions League tiene muchas opciones de conseguir clasificarse como segundo del Grupo C para los octavos de final. Todo dependerá, más allá del físico, del estado emocional de los jugadores.