Los momentazos imposibles tras la aprobación de la nueva norma UEFA

Han sido muchos los cambios sufridos por el fútbol en los últimos años. Antes, cuando las variaciones no eran recurrentes sino extrañas, no sucedía nada malo. Ahora, la velocidad ha sido incrementada de manera considerable: VAR, más sustituciones y, lo último, abolición del valor doble de los goles en campo contrario para dirimir empates en eliminatorias directas.

Dicha normativa ha sido impuesta por la UEFA de cara a la temporada 2021-22, aboliendo así con una norma que el propio organismo ideó en 1965 para incentivar el juego ofensivo de los equipos visitantes. Solo resta esperar si a futuro la intención se corresponde con el resultado pretendido, pero lo que es indiscutible es que el pasado sí podría haber sido muy distinto.

Indudablemente, la historia de muchos grandes clubes podría ser bien diferente sin ese valor doble de gol en condición de visitante. Tras conocer la polémica modificación, seguramente más de un aficionado del FC Barcelona no pudo evitar imaginar qué hubiese sucedido si dos goles, emblemáticos en su historia, no hubieran tenido el valor de entonces.

En la Copa de Europa 1991-92, en los octavos de final, un gol en el último suspiro de José Mari Bakero en Kaiserslautern permitió al cuadro azulgrana , que había vencido 2-0 en el Camp Nou y en el momento del milagroso cabezazo del centrocampista iba perdiendo 3-0 en el Fritz Walter Stadion. Sin la normativa, el partido habría ido a la prórroga. Dicho de otro modo, pudo no haber sucedido la final de Wembley para el Barcelona y, con ella, el golazo de Ronald Koeman que trajo la primera Copa de Europa al club.

Sucede de la misma manera con el golazo de Andrés Iniesta al Chelsea en Stamford Bridge en las semifinales de la Champions League 2008-09. Luego del empate (0-0) en el Camp Nou, el derechazo a última hora de Iniesta fue el 1-1 que puso al Barça en la final de Roma, camino del único sextete culé. Una hazaña para entonces.

¿Atentado al fútbol?

El fútbol mundial ahora se encuentra atravesando un interludio, pues muchos han sufrido y celebrado al mismo tiempo la aplicación de la antigua norma de la UEFA. En el futuro cercano se sabrá la aprobación o el rechazo general de la nueva normativa. Lo que es indudable es que habrán pocos momentos que harán vibrar al aficionado en adelante en este sentido. El conservador futbolístico rechaza estos cambios apresurados. Resta esperar que dichas decisiones mantengan el nivel establecido del deporte rey.