Después de vivir un auténtico terremoto con la destitución de Graham Potter como director técnico, tras haber hecho lo propio con Thomas Tuchel a comienzos de la temporada, el proyecto deportivo del Chelsea continúa a la deriva. Ni siquiera el regreso de Frank Lampard al banquillo ha podido darles un segundo aire a los 'blues'.

Buscando recortar la brecha que les separa de las plazas que dan acceso a las competiciones continentales, los londinenses visitaban al Wolverhampton Wanderers con el objetivo de sumar tres importantes puntos. Sin embargo, pese al gran número de opciones para configurar una plantilla competitiva, han vuelto a tropezar a muy pocos días de un choque vital en la Champions.

Derrota por la mínima ante los Wolves

Las acciones iniciaron con un Chelsea dominando los primeros compases del encuentro, con un Wolverhampton que se limitaba a resistir en funciones defensivas. Los 'blues' eran quienes constantemente llevaban peligro hacia la portería contraria, pero en cada una de sus arremetidas carecían de precisión.

Las primeras ocasiones eran más claras para el Chelsea, que seguía sin inaugurar el luminoso del Molineux Stadium. No obstante, los Wolves también llevaban algo de riesgo en ocasiones puntuales, pero al minuto 30 harían estallar a su afición con una jugada gestada en un saque de banda en zona peligrosa que aprovecharía muy bien Matheus Nunes para dejar sin opciones al cancerbero 'blue'.

Impotencia en el Chelsea

La reacción de los londinenses sería inmediata. Joao Félix encabezaría varias arremetidas ofensivas hasta la culminación de la primera mitad, pero sin suerte en sus llegadas. Gallagher, Cucurella y Reece James intentarían equilibrar la balanza en la segunda parte. Aubameyang ingresó al 68' y se conectaría con James, pero nuevamente sin grito de gol al final de la jugada. El gabonés lo seguiría intentando, pero sin éxito, en el que fue el partido 150 de otro exculé: Adama Traoré.