Los técnicos que han pasado por el banquillo del PSG se enfrentan siempre al problema de generar identidad, algo complicado al ver lo que exige tener a Neymar en la plantilla y que sea el centro de cualquier propuesta, algo que ahora se complica más con Mbappé y Messi en el mismo vestuario de estrellas.
Pochettino no está lejos de esta situación porque además llegó con la carta de jugar bien bajo el brazo, algo que consiguió en el Tottenham pese a las limitaciones de su plantilla y que además, siempre presentó las diferentes caras que podía presentar su equipo según el rival que apareciera en frente.
Su paso por el Espanyol le abrió la puerta de Europa y llegar al PSG fue la cumbre de un técnico que sonó para el Real Madrid y Manchester United antes de viajar a París, pero ni los blancos apostaron fuerte por su contrato ni los ingleses vieron claro contar con el argentino en plena reconstrucción.
Ahora que Francia lo ve como el estratega del proyecto más ambicioso de su competición también le apunta como a una diana esperando que el equipo resucite, porque en sus manos parece muerto ante la falta de ideas que siempre muestra, dependiente de todas las individualidades que puede tener entre tantos cracks.
¿Técnico o equipo?
Una de las mejores cosas que le podía pasar a Pochettino era la salida de Mbappé, no en lo deportivo obviamente, pero sí en lo anímico y psicológico porque integrar a un jugador tan joven y explosivo en una dupla de amigos y consolidados futbolistas es difícil, mucho más cuando este mismo chico quiso irse en verano.
Pero no se olvida que Tuchel también estuvo allí, al igual que Ancelotti y Blanc, técnicos tan distintos como con trayectoria y ninguno estableció ningún esquema sólido, a diferencia de lo que Carletto consigue con el Real Madrid y el alemán con el Chelsea, reciente campeón de Champions ganando la final al club que eliminó a los franceses.
Ahora que se sumaron Achraf, Donnarumma y Ramos, aumenta la competencia interna y se agregan posibilidades ofensivas, pero no hay ningún tipo de propuesta clara que Pochettino haya presentado, al contrario, parece decirles “salgan a jugar” y nada más, que es la sensación que deja el equipo en los últimos partidos.