Ansu Fati y un camino de reconversión: La actualidad del '10' culé

El 25 de agosto de 2019 está marcado en la memoria de todos los seguidores del FC Barcelona. En aquella fecha y con el '31' a la espalda, Ansu Fati saltó al terreno de juego por primera vez como jugador del primer equipo blaugrana. Frente al Real Betis, el canterano de la Masía se convirtió en el segundo debutante barcelonista más joven de la Liga con sólo 16 años, 9 meses y 25 días y deslumbró a propios y extraños con su 'electricidad' y su grandísima calidad.

El bisauguineano nacionalizado español siguió rompiendo récords y tan solo seis días después volvió a escribir su nombre en los libros históricos de la Liga. Saliendo desde el banquillo ante el Osasuna en el Sadar, Fati se estrenó como goleador en la entidad culé, siendo el jugador más precoz de la historia del Barça en marcar un gol en el campeonato nacional. Así pues, Ansu culminó la temporada 2019-2020 con un global de 8 goles en 33 partidos y la ilusión del nacimiento de una nueva 'estrella' en el club.

El delantero parecía tocado por una 'varita mágica' y así comenzó la siguiente campaña. Con Ronald Koeman como nuevo entrenador de la escuadra catalana, la 'joya' de 17 años partía como titular y todo apuntaba a que Messi tenía a su lado a su sucesor. Sin embargo, después de 10 partidos en los que celebró 5 tantos y repartió 2 asistencias, el jugador vio como todo su evolución sufría un 'frenazo' repentino al romperse el menisco interno de su rodilla izquierda.

Tras pasar por el quirófano hasta 4 veces, el atacante se despidió de la temporada y puso la mirada en la 21-22, aquella en la que se hizo cargo del '10' de Messi. No obstante, el destino no fue muy distinto. Tras regresar con la Liga ya empezada, el 6 de noviembre Ansu recibió un nuevo 'varapalo'. En Balaídos, se lesionó el isquio de su pierna izquierda, estando dos meses en el dique seco. Volvió por un instante, pero frente al Athletic en la Copa un nuevo contratiempo en el mismo bíceps femoral supuso un durísimo 'mazazo' para el futbolista, que decidió no pasar por el quirófano y optar por un tratamiento conservador que le obligó a estar 3 meses apartado de los campos de fútbol.

Un regreso 'timorato'

Así pues, y con todos sus problemas físicos dejados atrás, Ansu regresó al primer equipo en búsqueda de recuperar sensaciones. Pese a esto, el de Bisáu solo ha sido titular en 1 de los 8 partidos disputados por el club. En los 7 restantes siempre ha salido del banquillo, jugando un máximo de 30 minutos por encuentro y siendo el segundo delantero menos utilizado por Xavi, solo por delante de Memphis. Esta falta de minutos está ligada a la larga inactividad vivida por el '10', que solo ha podido formar parte de 15 partidos de los 45 posibles (ninguno completo) desde su lesión ante el Celta, uno solo como titular (ante el Plzen esta temporada).

Desde el club han optado por actuar con extrema prudencia, ya que la lesión de los isquios es muy frecuente en actividades relaciones a esprintar o aceleraciones rápidas, ejercicios básicos en un futbolista. Por ello, en la entidad han elaborado un plan para 'apuntalar' la puesta a punto de Fati en este parón de selecciones. En el mismo, el jugador ha trabajado en la fuerza del músculo debilitado, en la carrera a alta velocidad y en una carga de entrenamiento en el campo para fortalecer su concentración mental y fisiológica, además de la atención médica y fisioterapia, la nutrición y la recuperación post-partido.

La clave de su seguimiento

En ese sentido, tanto Xavi como su staff técnico se apoyan en un GPS a la hora de decidir sobre la participación de Ansu en el equipo. Esta herramienta ofrece cientos de datos individuales y colectivos que permiten gestionar el físico del futbolista, valores que determinan el camino a seguir con el canterano tanto en los entrenamientos como en los partidos. De esta manera, se ha precisado que Fati está físicamente casi a punto pero su velocidad aún tiene margen de mejora, razón por la cual su regreso se ha demorado.

El posible cambio de posición

Ahora, el futbolista busca acomodo dentro de sus limitaciones. Cuando juega por banda, se le ve con poca confianza a la hora de desbordar y buscar el 1 vs 1, razón por la cual han nacido las dudas con respecto a su posición en el campo. Ansu ha demostrado sentirse muy cómodo jugando por dentro, y el desgaste físico que supone hacerse cargo de un extremo en ataque es inviable para un jugador falto de ritmo e intesidad para amenazar a su rival a lo largo de los 90 minutos.

Por ello, no es descabellado pensar que el delantero afronta un camino de reconversión que podría cambiarlo de la banda al centro de la ofensiva, donde podría explotar todas sus cualidades. Su gran pegada, su intuisión, su capacidad asociativa y su inteligencia le podrían convertir en el '9' del futuro. Aunque falta tiempo para aclarar cuál será el futuro de un futbolista de apenas 19 años, las sensaciones pasan por un Ansu '9'. Mientras tanto, tanto el club como Xavi y toda la afición siguen confiando en su retorno, el cual está cada vez más cerca y que genera ilusión en el barcelonismo.