En apenas unos meses ha pasado de ser un refuerzo del filial a convertirse en una de las promesas del FC Barcelona. Todo está pasando muy rápido para José Arnáiz, para el que su entrenador pide paciencia pero al que los que lo conocen ven con condiciones para triunfar. Uno de ellos es su descubridor, Vicente Cuesta, que le entrenó en el juvenil de la Unión Deportiva Talavera.

"No se cortaba y no se arrugaba ante nadie. Era un jugador distinto, descarado, que se atrevía con cualquier cosa y te resolvía un partido en un momento", explica el técnico, que le tuvo a sus órdenes antes de que el delantero diera el primer gran salto de su carrera, hacia el Valladolid, y que todavía sigue en contacto con él.

Sin embargo, para Cuesta, Arnáiz no es el perfil de jugador que se lo tenga creído: "Es un currante, no es problemático. Es buen compañero y buena persona, nunca tuvo un mal gesto o una mala contestación". Avisa, eso sí, que no sabe si quería dejar los estudios o su intención ya era vivir del fútbol. "Es cuestión de trabajo y suerte, de estar en el lugar adecuado, en el momento oportuno, tiene futuro", apunta.

Paso a paso

También asegura Vicente Cuesta que siempre ha tratado que de José Arnáiz mantuviera su ambición y que ya el año pasado había equipos de Primera División siguiendo sus pasos. Finalmente quien se lanzó a por su fichaje fue el Barça, con el que debutó a lo grande con gol incluido. Ahora, puede atender nuevamente a la llamada de Ernesto Valverde, pero aún le queda para crecer como futbolista y para cumplir sus deseos: Ser una referencia en el primer equipo.