El Barça, en aprietos: Braithwaite solo aceptaría salir con la carta de libertad

La dirección deportiva quiere poner en marcha la 'Operación Salida' para reducir la masa salarial del primer equipo y poder inscribir a las nuevas incorporaciones. Franck Kessié y Andreas Christensen estarían a la espera de que el club haga oficial su contratación, pero todo se ha retrasado debido a que el Barça no quiere hacer ningún anuncio hasta sanear sus arcas con las 'palancas' económicas de Joan Laporta.

Entre los candidatos a salir en verano está Martin Braithwaite. El danés no entra en los planes de Xavi Hernández y se lo ha dejado claro con sus actuaciones en la temporada, donde solamente acumuló 24 minutos de juego en dos partidos desde comienzos de año. De hecho, el egarense no le utilizó ni en el último compromiso liguero, optando por darle minutos a Riqui Puig y Óscar Mingueza que también le han acompañado en el ostracismo.

Sin embargo, pese a todas estas 'señales', la postura del nórdico se ha mantenido firme y pasa por cumplir la totalidad de su contrato hasta 2024. Al menos hasta ahora, ya que una nueva información desvelada por 'MARCA' apunta que el atacante podría estar considerando una salida bajo sus términos. Estos serían abandonar el Camp Nou con la carta de libertad debajo del brazo y sin un traspaso directo hacia otro club.

Esto ha puesto en una encrucijada a la cúpula del Barcelona, quienes necesitan vender y sacar 'tajada' de cada jugador que abandone sus filas con un contrato vigente. En enero la institución buscó su salida y llegaron ofertas importantes desde la Premier por cerca de 10 millones de euros. No obstante, el escandinavo rechazó cada una de ellas y prefirió quedarse en el banquillo azulgrana.

Su valor, en picada

Después de seis meses siendo 'invisible' para el técnico, su valor de mercado se ha reducido considerablemente. Hoy en día tiene un precio según 'Transfermarkt' que oscila los seis 'kilos', lo que pondría el punto de partida para que los catalanes negocien su traspaso. A pesar de ello, la nueva postura de Braithwaite pone a trabajar a los directivos, quienes seguirán conversando con su entorno para encontrar un punto medio que beneficie a todas las partes.