En las últimas semanas se ha estado debatiendo sobre los problemas de adaptación que sufren los nuevos integrantes del filial, pero por fin, después de varias jornadas, el FC Barcelona B ha empezado a tomarle el pulso a la Segunda División B. Tras dos derrotas para arrancar el curso, los catalanes llevan tres partidos puntuando, y han sumado siete puntos de nueve con dos victorias y un empate.

Las mejores sensaciones han llegado en el enfrentamiento de este sábado frente al Conquense, en el que los pupilos de Francisco Javier García Pimienta han ganado por un contundente 0-3. Pese a que el primer tiempo ha finalizado con un empate sin goles, todos los ha puesto Rafa Mujica con un ilusionante 'hat-trick' en la reanudación.

Entre las conclusiones positivas está la mejora de un conjunto que ha elevado sus prestaciones a domicilio, y que ahora debe encontrar el camino en el Miniestadi. De momento son dos encuentros en casa con un balance de cero goles anotados y uno encajado, una estadística que se espera relanzar con una racha que todos intentarán alargar el próximo fin de semana frente al Olot.

Otra gran noticia ha sido la reaparición de Oriol Busquets, que ha vuelto a jugar tras siete meses de baja por lesión. Hace algunos días era Carles Aleñá el que bajaba un escalón para volver a coger ritmo, y ahora le ha llegado el turno a otro centrocampista que está en la órbita del primer equipo. Debe mantenerse paciente y volver a consolidarse paso a paso, sin prisas.

El Barça sigue preocupado por Riqui Puig

En el otro lado de la balanza ha estado Riqui Puig, que ha participado con una gran asistencia pero ha vuelto a ser el objetivo de las patadas rivales. El de Matadepera sigue intentando imponer su estilo en una categoría más física y menos dada al fútbol de toque, y se está llevando varios 'palos' por partido que ya le costaron algunas molestias hace apenas unas semanas.

Está claro que para este mal no hay remedio, y sólo queda confiar en que la preparación en los entrenamientos y la fortuna le acompañen y eviten cualquier lesión de gravedad, algo con lo que todos los futbolistas deben convivir. Es uno de los perjuicios del último descenso de los culés, aunque ahora toca volver a mirar hacia adelante.