El FC Barcelona está a punto de cerrar la temporada 2018-19, y lo hará con varios títulos y algunas cuentas pendientes. Los catalanes alcanzaron los objetivos en LaLiga y la Supercopa de España, y a la espera de sellar la final de la Copa del Rey, ya saben que necesitan mejorar en la Champions, en la que volvieron a irse a casa antes de lo esperado.

Pese a todo, una de las certezas que ha dejado esta campaña es que Leo Messi y Luis Suárez siguen siendo dos estrellas en las que confiar, y forman la dupla más goleadora de Europa. El primero va camino de 32 años y el segundo ya los tiene, pero mientras empieza a mirar al futuro, el club está tranquilo porque la delantera está blindada con dos auténticos expertos.

En el campeonato de la regularidad, ambos han arrasado, ya que sus 36 y 21 tantos suman logros tales como copar las dos primeras plazas del Pichichi, superar a 16 equipos de Primera División -sólo Real Madrid (63), Sevilla (62), Levante (59) y Atlético (55) aguantan el pulso- y también a otras parejas destacadas del viejo continente -Cavani y Mbappé alcanzan las 50 dianas y Salah y Mané se quedan en 44-.

En el global de la campaña, han cosechado 50 y 25 goles, repartidos en Liga, Champions y Copa del Rey. En el torneo internacional, el argentino también se puede hacer con el trofeo de máximo anotador, porque está en lo alto de la clasificación en ese registro a falta de la final del Wanda Metropolitano -en la que no estará-, gracias a sus 12 tantos.

Esta competición, eso sí, es el auténtico lunar de Suárez, que apenas ha celebrado en una ocasión y que en los últimos años ha visto como su pólvora se mojaba en incontables ocasiones, reduciendo unas estadísticas que le hubieran permitido ayudar al Barça. El charrúa está aprendiendo a dosificarse, y confía en que los últimos años de su carrera sigan dando alegrías a los culés.

La Copa del Rey, un problema para el Barça

Precisamente, los registros y la influencia de Luis Suárez los echará de menos el Barça en la Copa del Rey, donde Leo Messi se ha quedado solo. El uruguayo se operó la rodilla derecha por una lesión y junto a Ousmane Dembélé será una de las bajas en la final contra el Valencia, a la que Philippe Coutinho podría llegar justo y apunta a arrancar desde el banquillo. Esto obligará a Ernesto Valverde a buscar soluciones que puedan ayudar al '10', que tratará de seguir liderando al equipo sin su mejor socio y compañero.