El FC Barcelona ha dado otro paso adelante en la lucha por los títulos en la temporada 2018-19, pero uno de sus grandes obstáculos hasta el momento han sido las lesiones. Los problemas físicos de algunas de sus estrellas han dominado la parte inicial de la campaña, aunque tras algunos meses de dudas, ha sabido reorganizarse y salir adelante con energias renovadas y conclusiones positivas.

Entre las grandes incógnitas que todavía mantienen los culés está el estado de Samuel Umtiti, cuya rodilla izquierda le está haciendo pasar un auténtico calvario. Optó por un tratamiento conservador para no tener que pasar por el quirófano y ver afectada gran parte del curso y finalmente no ha sido una solución, porque las molestias no han remitido y lleva apenas un partido en casi cuatro meses.

A estas alturas, la alarma por el francés ha bajado al mínimo, porque la prioridad máxima es que se recupere al 100%. Las prisas que existían hace algunas semanas han frenado gracias al movimiento en los despachos y a la buena trayectoria del equipo, que han permitido que no haya tanta presión y que los objetivos del francés no estén sujetos a tantas condiciones.

Los servicios médicos siguen evaluando su estado regularmente, pero hay indicaciones de no dejar pasar ningún detalle. Si el de Yaundé recibe el alta debe ser porque está a pleno rendimiento, y se le esperará lo que haga falta. Es mejor contar con él a largo plazo que precipitar su reaparición y tener que lamentarse de nuevo. No hay ninguna necesidad de hacerlo.

La defensa del Barça se consolida

Y es que la defensa del Barça ha dejado de ser un problema, para empezar por la consolidación de la pareja Gerard Piqué-Clément Lenglet. El de Beauvais ha sabido recoger el testigo de su compatriota y convertirse en referencia, y tras unos meses en los que ha mejorado el entendimiento y los automatismos con sus compañeros ya no hay duda de que hay central para muchos años.

Las dudas que también se propagaron por la fragilidad de Thomas Vermaelen las ha liquidado Jeison Murillo, que precisamente está en el camino que siguió el ex del Sevilla. Acaba de llegar al Camp Nou y quiere ser útil cuanto antes, pero es un zaguero de rendimiento inmediato y ha dado algo de aire a los azulgrana, que tienen todo el tiempo del mundo para mirar por el bienestar de Samuel Umtiti.