No hay que pensar que las dos suplencias consecutivas de Antoine Griezmann en el Camp Nou (Sevilla y Valladolid) tengan algo que ver con su rendimiento futbolístico, pero tampoco es ningún secreto que el francés no está luciendo al nivel que se esperaba de él en este primer tercio de temporada. Fue sustituido también ante el Slavia de Praga, y la competencia con Dembélé y Ansu Fati está empezando a pasarle factura.

El astro galo no está mejorando el rendimiento de las dos jóvenes promesas culés, quienes son dos extremos puros y dan más profundidad al juego de la que 'Griezzy' es capaz de ofrecer. Su necesidad de irse hacia el centro del ataque y la frontal del área para ser más peligroso hace que se congestionen los ataques culés, y a veces ni siquiera las incorporaciones de Jordi Alba por la banda izquierda sirven para resolver las jugadas.

Antoine Griezmann, relevando del campo a Ansu Fati

Con Griezmann el Barça juega en menos metros cuadrados que con Dembélé o Ansu Fati, y eso reabre el debate sobre si convenía o no gastarse 120 millones de euros en un futbolista que, aunque es una estrella de calidad contrastada, no acaba de encajar en el actual ecosistema de juego azulgrana.

A todo esto, tampoco parece que su sinergia con Leo Messi y Luis Suárez esté mejorando. El final del partido contra el Valladolid dejó una acción muy simbólica de ello: Luis Suárez arrancó desde la banda derecha en un contragolpe, y Griezmann acompañó su carrera por la izquierda, dispuesto a empujar el balón si el uruguayo le daba el pase para dejarlo completamente solo.

Pero el delantero uruguayo no levantó la cabeza, se paró en seco y terminó asistiendo a Messi, que mandó el balón fuera del arco defendido por Masip. La jugada acabó en nada y generó varias interpretaciones en las redes sociales, especialmente para las mentes más morbosas. A Griezmann no le gustó la decisión tomada por Luis Suárez, aunque tampoco se lo reprochó.

Griezmann no es capaz de mostrarse regular con el Barça

Simplemente la 'MSG' todavía está en fase de pruebas, y harán falta muchos meses de trabajo para sacar su máximo provecho. No puede decirse que Griezmann esté jugando mal en el Barça, dado que ha completado algunas buenas actuaciones: marcó dos goles ante el Betis, otro contra el Villarreal, dio una asistencia el día del Valencia, es actualmente el tercer máximo goleador del equipo y, ante el Eibar en Ipurua, jugó también a un gran nivel.

Y sin embargo, ha combinado dichas actuaciones con otras en las que apenas interviene en el juego ofensivo del equipo, lo que ha provocado que Valverde no le conceda los noventa minutos de los partidos en las últimas semanas. ¿Cuál es la solución para mejorar la incidencia de Griezmann en el ataque del Barça? Por el momento, seguir trabajando duro en los entrenamientos y, a partir de ahí, dejar pasar el tiempo. A un futbolista de talla mundial como él hay que exigirle mucho más, pero en el Barça siguen confiando en él.