Rafinha Alcántara desata la división en el barcelonismo. Así como nadie duda de su talento y buenas capacidades técnicas, también todos coinciden en que, ya con tres temporadas de bagaje en la plantilla del primer equipo, todavía no ha conseguido explotar como un futbolista de garantías para relevar a Andrés Iniesta en el interior izquierdo, o a cualquier otro compañero en la medular o el flanco atacante.

Tiene llegada al área contraria, visión en el último pase y también facilidad para marcar goles. Pero, pese a ello, sigue ofreciendo una inconsistencia que recuerda a la de su hermano Thiago cuando militaba en el Barcelona, y que podría desencadenar un destino parecido en el caso de que el Barcelona acepte alguna oferta interesante por sus servicios.

Son varios los grandes clubes que estarían interesados en el hispano-brasileño, que afronta ahora un verano complicado. Deberá reunirse con Valverde para conocer de primera mano cuáles son las intenciones del nuevo entrenador, en un año en el que necesita acumular minutos si quiere estar en la lista de Brasil para el Mundial de Rusia 2018. Es evidente que en el centro del campo habrá "overbooking", llegue o no Verratti.

Rafinha, obligado a explotar en el FC Barcelona

Para colmo, sus dolencias en la rodilla le impedirán ir a la gira por Estados Unidos con toda probabilidad, por lo que se perdería los tres amistosos que el Barça jugará ante Juventus, Manchester United y Real Madrid en la International Champions Cup.

Menos oportunidades para ganarse a Valverde, una situación peligrosa para Rafinha siempre y cuando desee continuar en el FC Barcelona la próxima temporada. El hispano-brasileño tiene condiciones para encandilar en el centro del campo culé, pero está obligado a explotar. Y, si se queda y no lo consigue esta próxima campaña... Tendrá todavía más números para abandonar el navío azulgrana.