El FC Barcelona no titubeó en su regreso tras el parón de selecciones, y se impuso con solvencia a un flojo Eibar. Los catalanes demostraron que empiezan a coger ritmo tras un inicio de temporada con demasiadas dudas, y que las dificultades lejos del Camp Nou poco a poco van quedando atrás. La racha de victorias continúa, y el próximo objetivo es seguir ampliando su ventaja en el Grupo F de la Champions League.

Y hablando de demostraciones, Frenkie de Jong dio un auténtico recital en Ipurua, donde Ernesto Valverde le retiró a los 79 minutos envuelto en una ovación de la afición rival. No son demasiados los futbolistas que obtienen este gesto de los adversarios, pero lo cierto es que el rendimiento del centrocampista criado en el Johan Cruyff Arena bien valía un aplauso -o unos cuantos miles-. Más de uno soñará esta noche con su sombra.

Como excelente se queda bastante corto, el adjetivo que mejor define su actuación es omniprente, porque allá donde pisaban los jugadores 'armeros' se encontraban con el de Arkel. Si la zaga barcelonista necesitaba una cobertura, allí estaba el neerlandés, si buscaba un compañero para dar salida al balón, allí volvía a aparecer, si se trataba de robar en campo contrario y generar ocasiones, de nuevo era su labor, e incluso en dos ocasiones rompió líneas y estuvo cerca de apuntar una asistencia en su cuenta, pero las definiciones no estuvieron a la altura de sus jugadas.

La soltura que le faltaba en sus primeros partidos como azulgrana ya la ha asumido, y no hace falta buscarle posición porque juega de todo. Si Sergio Busquets actúa como ancla ejerciendo de pivote puro y Arthur se mueve pidiendo, aguantando y distribuyendo el balón, el ex del Ajax es el apoyo que todo compañero necesita, tanto si está a unos metros del área rival como al lado de la propia, tanto si está en la banda como en el carril central.

El fichaje del holandés puede ser el mejor del Barça en años, y a nadie le extrañaría si se dijera que es uno de los productos de la Masia.  Le queda mucho por recorrer y la gran cantidad de millones que se pagaron por él ya parece barata, porque no hay dudas viéndole jugar de que Frenkie de Jong hace mucho mejor al Barça y el Barça hace mucho mejor a Frenkie de Jong. Que la sociedad siga dando alegrías.

El Barça debe aprender a dosificar a De Jong

Precisamente, viendo el breve descanso de Frenkie y las dificultades que hoy agobian a Busquets, se hace imprescindible aprender a dosificar al recién llegado. A sus 31 años, el de Badia lleva casi una década siendo un referente en la Ciudad Condal, y el hecho de haberlo jugado siempre le está pasando factura. Hay que saber gestionar los esfuerzos de De Jong ahora que apenas tiene 22, para que su carrera sea igual o más exitosa tanto en el Camp Nou como en la selección 'oranje'.