Se puede decir más alto, pero no más claro: Gerard Piqué es a día de hoy el mejor central del mundo. Da igual que no le nominen para premios importantes, o que desde la "caverna" mediática intenten desprestigiarse al tratarse de un firme defensor de los intereses del barcelonismo.

Sobre el campo, Gerard Piqué está dando la cara ofreciendo un rendimiento espectacular esta temporada 2016-17, y podría decirse que desde la llegada del cuerpo técnico de Luis Enrique. No sólo es un fijo en los esquemas del técnico asturiano, sino que además está mostrando un carisma y motivación que nunca antes se le habían visto.

Gerard Piqué fue el alma del equipo contra el Málaga a la hora de intentar ver portería, pero también lo fue en Balaídos en el intento de remontada contra el Celta, así como en Mönchengladbach semanas atrás en Champions League, anotando uno de los dos goles del triunfo.

Ofensivamente ha subido unos cuantos escalones, pero es que además en el plano defensivo también está sublime, sin dejarse superar en ningún momento y mostrándose seguro tanto en la salida de balón como en el juego aéreo y las coberturas.

Estuvo perfecto en defensa en el primer tiempo contra el Málaga, y muy peligroso en ataque en el segundo. Esto le hizo ganar el "MVP" de "FCBN" sin que nadie le hiciera sombra, provocando un penalti no pitado y marcando un gol que fue anulado por fuera de juego inexistente.

Gerard Piqué, un jugador de equipo y que sólo piensa en los títulos, se está luciendo a nivel individual para ayudar a que el FC Barcelona mejor el juego en líneas generales y vuelva a encadenar victorias. ¿Acaso hay alguien en el panorama internacional que iguale sus actuaciones esta temporada? Ni Sergio Ramos, ni Thiago Silva u otros centrales como John Stones pueden equipararse al nivel del jugador catalán, en la actualidad el indiscutible mejor central del mundo. Esperemos que algunos de sus compañeros se contagien de su espíritu.