Aunque oficialmente no sea uno de los capitanes del FC Barcelona, dentro de muy poco lo será. Andrés Iniesta, Leo Messi, Busquets y Mascherano son por este orden los cuatro capitanes del Barça desde hace ya varias temporadas, pero con la marcha inminente del defensor argentino, se prevé que Gerard Piqué adquiera el rol de cuarto capitán.

Y lo cierto es que sobran los motivos. Nadie siente los colores del Barça como él, y en los últimos años se ha encargado de defender al club y sus intereses cuando ha sentido que se le atacaba desde fuera, tanto la prensa como los arbitrajes en algunos casos.

Es también uno de los jugadores más carismáticos de la plantilla culé, y un peso pesado a quien todos respaldan. Este domingo, justo después de que concluyera el Barça-Deportivo, se encargó de que los compañeros que ya se marchaban al vestuario dieran media vuelta para que el equipo, con los jugadores en el centro del campo, aplaudiera a la afición culé por su apoyo durante todo el encuentro.

Gesto propio de un capitán, sin lugar a dudas. Y el jugador catalán lo será de forma inminente, al conocer como nadie el Barça y tener 'ADN' azulgrana desde niño. A todo esto, Piqué volvió a completar una buena actuación este domingo formando pareja de centrales con Thomas Vermaelen. Ambos forman un tándem complementario y con una gran capacidad para sacar el balón controlado desde atrás.

Piqué y Vermaelen, una pareja completa

De hecho, se prevé que ambos vuelvan a ser titulares de cara al Clásico del próximo sábado contra el Real Madrid en el Bernabéu. Aunque hace no demasiado parecía un ex jugador, Vermaelen está demostrando que es un futbolista más que aprovechable para este Barça. Y que, si no ha conseguido triunfar, únicamente ha sido a causa de las lesiones.